El carsharing o coche compartido, que permite alquilar un vehículo por periodos cortos de tiempo, es una opción de movilidad urbana cada día más consolidada. De hecho, el año pasado se registraron casi 4 millones de viajes en esta modalidad que se posiciona como un modelo de amplia aceptación generacional, aunque concentra su mayor base de usuarios en el segmento comprendido entre los 25 y los 55 años.
Es uno de los datos que recoge el II Barómetro del Carsharing, elaborado por la Asociación del Vehículo Compartido en España (AVCE), que representa al 90% de los vehículos de carsharing en el país y que incluye a empresas como Stellantis, G. Junquera Marítima, Mutua Madrileña, Kia-Repsol y Grupo Renault.
Este estudio, realizado con el apoyo de la consultora Impulso by Pons mediante encuestas a usuarios de empresas asociadas y colaboradoras de AVCE, revela que el 77 % de los usuarios se encuentra en esa edad comprendida entre los 25 y 55 años.

Por su parte, los jóvenes de entre 18 y 24 años suponen un 12,3 % de los usuarios de carsharing, por debajo del 32 % que engloba a los de entre 41 y 55 años, mientras que los usuarios de entre 25 y 40 años constituyen el segmento con mayor uso promedio del carsharing y, al mismo tiempo, presentan una mayor predisposición a no adquirir un coche en propiedad. En conjunto, un 24 % de los usuarios del vehículo compartido ya no tiene vehículo en propiedad o piensa no tenerlo en un futuro.
El grupo de adultos jóvenes, que engloba a los usuarios de entre 25 y 40 años, es el que registra los mayores índices de uso habitual siendo su uso mensual, de media, de 5,4 trayectos, lo que supone la tasa más alta. Por debajo, el grupo de jóvenes, de entre 18 y 24 años, tiene una media de uso mensual de 4,9 viajes, por encima de la media general, que es de 4,7.
¿Para qué se utiliza el carsharing?

Según el informe, un tercio de los usuarios de carsharing alquila un coche de forma ocasional (entre una y cuatro veces al mes), mientras que el 14% lo hace de manera habitual y un 7% con mucha frecuencia, llegando a varias veces por semana.
El análisis de motivaciones revela tres grandes categorías de uso. Los desplazamientos relacionados con ocio y entretenimiento encabezan las preferencias con un 43,31% de los casos, seguidos por motivos laborales, académicos o necesidades específicas (27,31%) y trayectos familiares habituales (25,95%).
Entre las razones para elegir el vehículo compartido, la comodidad lidera las preferencias (51%), seguida de las ventajas de aparcamiento (30%), la compensación económica (20%) y criterios de sostenibilidad (7%).

Además, el carsharing demuestra su valor como alternativa de movilidad para diferentes tipologías familiares. El estudio refleja que el 41% de los núcleos familiares posee un vehículo en propiedad, el 29% cuenta con dos, y significativamente, el 18% no dispone de ningún vehículo privado, siendo el carsharing su principal solución de movilidad motorizada.
Por otro lado, el vehículo compartido se ha posicionado como un elemento clave de la multimovilidad urbana, especialmente en combinación con el transporte público. Más de la mitad de los usuarios (un 58%) considera que el uso conjunto del carsharing con transporte público, bicicletas o taxis contribuye significativamente a reducir la dependencia del vehículo privado.