Entre 2013 y 2023 se registraron más de 276.000 accidentes en horario nocturno, con más de 6.500 fallecidos y un incremento de más del 24% entre ambos años. Estos siniestros de tráfico son mucho más letales que los que se producen de día. De hecho, registran un 55% más de fallecidos que los accidentes diurnos (1,7% de muertes sobre el total de víctimas frente al 1,1% de los que se producen de día) y, cualitativamente, un 10,5% más de heridos graves (7,4% frente al 6,7%).
A esto se añade que en la última década, más de 1.500 peatones y más de 1.300 motoristas perdieron la vida en accidentes ocurridos durante la noche, lo que supone el 24% y el 20% del total de fallecidos respectivamente.
Son algunos de los datos que recopila un informe realizado por Fundación Línea Directa y Fesvial, que pone el acento en la mayor peligrosidad a la que se enfrentan los conductores cuando se ponen al volante durante la noche. El informe analiza todos los accidentes nocturnos registrados en la última década a 30 días del siniestro y se completa con una encuesta realizada a 1.700 conductores de toda España, que recoge sus opiniones y hábitos sobre la conducción nocturna.
¿Qué factores influyen en el conductor durante la noche?
Este tipo de accidentes “solo” aportan un tercio del total de fallecidos en siniestros de tráfico, pero su letalidad es mucho más elevada. Según los expertos, las cifras no son casualidad, ya que hay factores que inciden en el mayor riesgo durante la conducción nocturna, como el hecho de que el campo de visión se reduce un 20% por la noche, afectando, entre otras capacidades, a la percepción de la velocidad, la identificación de las señales y la visión periférica y de profundidad.
También se producen deslumbramientos, que pueden provocar una pérdida de control del vehículo durante decenas de metros. Además, el conductor está afectado por la somnolencia y se produce el efecto conocido como “hipnosis de la carretera”, que produce una mecanización de la conducción que ralentiza la actividad cerebral.
Según palabras de Mar Garre, Directora General de la Fundación Línea Directa, “la conducción nocturna presenta muchos más riesgos que la diurna, por lo que es preciso ser extremadamente prudentes si tenemos que ponernos al volante de noche. Medidas tan sencillas como llevar las lunas limpias y en buen estado, los faros bien reglados, desviar ligeramente la mirada en caso de deslumbramiento o descansar de forma regular durante los trayectos largos puede ayudarnos a evitar riesgos innecesarios”.
Así son los accidentes durante la noche
Los datos del informe revelan que la víctima más habitual en este tipo de accidente es un hombre (75%) de unos 38 años de edad media y con casi 20 años de experiencia al volante, que se desplaza en un turismo en zona urbana.
Se trata de accidentes que suelen ocurrir, sobre todo, al inicio de la noche (antes de las 00.00h), con un 54% de los accidentes, aunque también repuntan al final de ella (a partir de las 6.00h), con un 22%. Sin embargo, proporcionalmente, los más letales se registran entre las 3 y las 5 de la madrugada. En cuanto al día de la semana, los momentos más críticos suelen ser los viernes y sábados (16% en ambos casos), mientras que los meses con más frecuencia suelen ser noviembre y diciembre (14% en los dos meses).
Según el tipo de accidente, los más comunes son la colisión frontolateral (20%), el alcance (17%) y el atropello (12%), mientras que los más graves son los despeñamientos, los choques frontales y los atropellos.
Por lo que respecta a los ocupantes del vehículo, las víctimas más habituales de los siniestros que se producen por la noche son los conductores, seguidos de los pasajeros y de los peatones. En el caso de estos últimos, la letalidad alcanza el 4,2% de las víctimas, frente al 1,6% de los conductores y el 1% de los pasajeros.
¿Dónde se producen estos accidentes?
Por comunidades autónomas, Navarra (5,8%), Castilla-La Mancha (5,1%) y Castilla y León (4,1%) son las regiones que registran una proporción más elevada de accidentes por la noche. En el lado contrario se encuentran Madrid (1,1%), Cataluña (1,3%) y País Vasco (1,5%). La media nacional se sitúa en el 2,2%.
Según el estudio, los lugares más peligrosos para conducir de noche en España son la AP-7, en su paso por Tarragona (km 328-345, 18 fallecidos), la N-340, en Castellón (km 1028-1043, 13 fallecidos) y la A-7 en Málaga (km 167-177, 11 fallecidos). Estos datos son el análisis de aislar tramos de 20 kilómetros en los que se han producido al menos 5 fallecidos durante la última década.
¿Qué opinan los españoles sobre la conducción nocturna?
Los responsables del informe también han preguntado a los españoles sobre sus hábitos y opiniones respecto a la conducción nocturna. En este sentido, los mayores temores de los conductores a la hora de ponerse al volante por la noche son la falta de visibilidad (33%), los deslumbramientos (21%) y la somnolencia (15%).
Respecto a la falta de visibilidad, 19 millones de conductores reclaman mejorar la iluminación de las vías convencionales (68%), mientras que 11,6 millones (41,5%) piden lo mismo respecto a los pasos de peatones. En cuanto a los deslumbramientos, el 88% de los encuestados afirma haberlos sufrido mientras conducían por la noche. Además, el 37% propone prohibir la circulación de ciclistas por la noche en vías convencionales y el 24% hacer lo propio con los peatones.
También hay datos reveladores sobre la somnolencia: más del 5% de los automovilistas reconocen haber sufrido accidentes de tráfico de diversa consideración a causa del sueño, el 20% afirma que estuvieron a punto de tenerlos y el 39% dio alguna cabezada en alguna ocasión mientras conducía por la noche
