¿Estás preparando las maletas para una escapada de fin de semana o las merecidas vacaciones de verano? Seguro que ya has calculado el gasto en gasolina, el hotel y puede que hasta las comidas. Pero, ¿has pensado en los peajes? Ese gasto, que a veces olvidamos, puede llevarse un buen pellizco del presupuesto. Y es que no todos los peajes son iguales.
De hecho, la diferencia entre el más caro y el más barato de España es tan abismal que podrías pagar la gasolina de un trayecto corto con lo que te ahorras. ¿Quieres saber cuál es y cómo evitar que tu cartera tiemble cada vez que te acercas a una barrera? Sigue leyendo.
El mapa de los peajes en España

Las autopistas de peaje, más conocidas solo como peajes, fueron construidas y gestionadas en su mayoría por empresas privadas. A cambio de la inversión que supuso construirlas, el Gobierno les concedió el derecho a cobrar una tarifa a los conductores durante un número determinado de años.
No obstante, en los últimos años muchas de estas concesiones han llegado a su fin. El Gobierno ha decidido no renovarlas y varias autopistas que durante décadas fueron de pago ahora son gratuitas para todos. Se pueden encontrar casos como el de la AP-7 entre Tarragona y Alicante, o la AP-2 entre Zaragoza y el Mediterráneo. Esto ha supuesto un alivio enorme para miles de conductores que las usan a diario.
Pero el mapa de las autopistas de pago en España todavía tiene puntos calientes. Algunas concesiones siguen activas y otras, como las gestionadas por las comunidades autónomas o las radiales de Madrid, tienen sus propias reglas. Por eso, aunque la red gratuita ha crecido, planificar tu ruta sigue siendo fundamental para no llevarte una sorpresa desagradable en forma de ticket.
El podio de los peajes más caros de España

Un informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) deja muy claro cuál es el punto más caro de todo el territorio. Se trata de la autopista que cruza los túneles de Artxanda en Bilbao, un recorrido de solo 3 kilómetros, cuyo precio por kilómetro cuesta nada menos de 50 céntimos. Puede parecer poco, pero hablamos de un tramo muy corto por el que cada conductor paga 1,50 € por viaje. Si lo usas todos los días, como puedes ver se trata de una cantidad bastante importante.
Además de este caso, que es el más llamativo, hay otros peajes muy caros, como el túnel del Cadí en Barcelona, de poco más de 5 kilómetros, a 47 céntimos por kilómetro. El podio de peajes más caros lo tiene el Túnel de Vallvidrera, también en Barcelona, con un precio de hasta 30 céntimos, dependiendo de la hora por la que pàses.
No todo son malas noticias: los peajes más baratos de España

Lo bueno es que no todos los tramos van a hacer un agujero en tu cuenta corriente. En la otra cara de la moneda, encontramos algunas vías con precios muy razonables si buscas una alternativa a las carreteras convencionales. El peaje más barato es el que conecta Puxeiros y Baiona en la provincia de Pontevedra. Esta vía tiene un recorrido de poco más de 25 kilómetros, y cada uno tiene un precio de solo 6 céntimos.
El segundo más barato es el que conecta A Coruña con Carballo que suma solo un céntimo a cada kilómetro respecto al anterior. Y con 10 céntimos empatan dos: la circunvalación de Alicante y el tramo Arrigorriaga – Santurce.
Consejos para ahorrar en peajes y que no te den un susto

¿Cómo usar esta información a tu favor? No se trata solo de evitar los peajes más caros, sino de tratar de viajar de forma más inteligente.
Primero, planifica tu ruta. Aplicaciones de navegación como Google Maps o Waze te permiten activar la opción de evitar los peajes. Compara el tiempo de viaje y los kilómetros de la ruta con peaje y la gratuita. A veces, la diferencia de tiempo es de solo 15 o 20 minutos. ¿Merece la pena pagar 30 euros por ahorrar ese tiempo? La respuesta depende de ti y de la prisa que lleves.
Segundo, aprovecha los horarios. Algunas autopistas tienen tarifas más baratas por la noche, fines de semana o en horas valle. Si tienes flexibilidad, adaptar tu horario de viaje puede suponer un ahorro significativo.
Por último, no descartes las carreteras nacionales. Si viajas sin prisa y quieres disfrutar del paisaje, las carreteras nacionales que a menudo discurren paralelas a las autopistas de peaje son una opción maravillosa y que no te cuesta nada (aparte de los impuestos que ya la pagas al Estado). Es una forma diferente de viajar, descubriendo pueblos y lugares que en la autopista pasarían desapercibidos.
El mundo de los peajes está en plena transformación. Mientras celebramos las que ya son gratuitas, es fundamental conocer las que todavía exigen que echemos mano a la cartera. Con información y planificación, podrás decidir qué ruta te conviene más, equilibrando tiempo, comodidad y, sobre todo, tu presupuesto. ¡Buen viaje!