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Pasión por Alpine y por Fernando Alonso

Fernando Alonso sigue levantando pasiones, y mucho más desde su regreso a la Fórmula 1, pero también lo hace Alpine, la marca con la que compite. Una muestra de este entusiasmo la protagonizaron hace unos días más de medio centenar de clientes y aficionados de Alpine, que recorrieron con sus coches una ruta desde León hasta Oviedo, con parada final en el museo del piloto Fernando Alonso.

Este Alpine Tour arrancó en León, donde los viandantes pudieron disfrutar de cerca de algunos de los coches de la marca. En una céntrica plaza de la ciudad se dieron cita dos A110 S, el coche de calle del piloto asturiano. Uno de ellos era de color naranja fuego y equipado con el kit aerodinámico de carbono. Y también hizo parada en la ciudad un A110 GT.

Un Alpine A110 clásico fabricado en Valladolid

Pero el coche que mayor expectación generó entre los participantes en este Alpine Tour fue un A110 clásico, un modelo de la marca que se fabricó en Valladolid entre 1963 y 1978 y cuyo diseño y concepto han sido reinterpretados en el A110 actual.

En total fueron 37 los coches que hicieron el recorrido hasta las cercanías de Oviedo, entre ellos una decena de A110, incluyendo todas las versiones de la nueva gama: A110, A110 GT y el nuevo A110 S. A estos A110 los acompañaron una veintena de deportivos y superdeportivos de más de 600 CV.

En el evento participaron fans de Alpine de varios puntos de España, entre ellos un castellonense que recorrió los 800 km que separan su ciudad de León para participar en el recorrido.

La ruta finalizó con una visita al museo del piloto del equipo BWT Alpine F1 Team, que guarda más de 350 piezas únicas pertenecientes a Fernando Alonso. En la colección se incluyen los monoplazas R25 y R26 de Renault, con los que el asturiano ganó los mundiales de Formula 1 en 2005 y 2006.