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Los tres desconocidos papamóvil con el sello ‘Made in Spain’ que hay en el parking del Vaticano

Cuando hablamos del papamóvil, lo primero que suele venirnos a la cabeza son imágenes del Papa recorriendo grandes avenidas rodeado de miles de fieles. En esos momentos, siempre destaca un vehículo modificado, distinto a cualquier otro, símbolo de movilidad y seguridad para el líder de la Iglesia Católica. Lo que muchos no saben es que algunos de los papamóviles más importantes han sido fabricados en España. Aunque el protagonismo mediático suele estar reservado a modelos alemanes como los Mercedes-Benz, existen al menos tres vehículos únicos con sello ‘Made in Spain’ que han prestado servicio al Papa y que hoy se conservan como parte de la historia automovilística del Vaticano.

La historia del papamóvil no es solo una cuestión de diseño y funcionalidad. Representa la evolución del papado y su cercanía al pueblo, así como el reflejo de los avances técnicos y las necesidades cambiantes de seguridad a lo largo de las décadas. En esta historia también hay espacio para el talento y la capacidad productiva de la industria española.

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El Land Rover Santana 109: seguridad blindada desde Jaén

fuente: flickr

En 1981, el Papa Juan Pablo II sufrió un atentado durante una audiencia en la plaza de San Pedro. A raíz de aquel trágico episodio, el Vaticano redobló sus medidas de seguridad y puso en marcha un plan para mejorar el vehículo oficial del Pontífice. De esa necesidad nació, en 1983, uno de los papamóviles más robustos y seguros del momento: el Land Rover Santana 109 blindado, fabricado en Linares, Jaén.

Este modelo se basó en el Land Rover Defender, conocido por su resistencia y fiabilidad en terrenos difíciles. Lo que hizo especial a esta unidad fue su blindaje, pensado específicamente para proteger al Papa sin restarle visibilidad o cercanía a los fieles. Este vehículo fue utilizado durante la visita del Papa a Colombia, siendo una muestra clara de que España podía competir en la creación de vehículos para misiones tan exigentes como esta. Actualmente, esta joya histórica se encuentra preservada en el Museo del Vaticano, compartiendo espacio con otros vehículos emblemáticos del pontificado.

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