Los radares son el método por excelencia que prácticamente todos los países del mundo utilizan para controlar la velocidad. Lógicamente, hay lugares menos desarrollados que tienen muy pocos o casi ningún cinemómetro, pero la norma en la mayoría de lugares del mundo es que estén presentes en las carreteras y tramos peligrosos.
De hecho, en los países en los que abundan, es normal encontrarnos el mismo debate: es una medida recaudatoria para algunos y es una buena herramienta para controlar la velocidad y, por ende, la siniestralidad para otros. Pero estés en el bando que estés, no te va a quedar más remedio que acostumbrarte a ellos, sobre todo si vives en España, porque la Dirección General de Tráfico (DGT) trabaja para incorporar en las carreteras españolas nuevos cinemómetros fijos y de tramo.
Pero si te quejas de la cantidad de cinemómetros que hay en España, espera a saber el número que tienen otros países del mundo, porque vas a alucinar.
Estos son los países con más (y menos) radares del mundo

Quizá se te vienen a la cabeza otro tipo de países, pero la realidad es que Brasil encabeza el ranking mundial con más de 20.000 radares en funcionamiento. ¿El motivo? Su enorme extensión geográfica (es el quinto país más grande del mundo) y sus elevadas tasas de accidentes. Pero no es el único que se acerca a estas cifras de récord.
Le sigue de cerca Rusia con 18.455 dispositivos repartidos a lo largo de sus casi dos millones de kilómetros de carreteras. En este caso, la presencia masiva de radares también responde a cifras de siniestralidad preocupantes. Y la sorpresa en el podio la protagoniza Italia, con 12.101 radares, a pesar de tener una superficie mucho más pequeña que los dos países anteriores. Por tanto, en términos de número de radares por kilómetro, probablemente sea el país más vigilado de Europa.
¿Y qué pasa si nos vamos al extremo opuesto? Hay países que apenas tienen un radar en todo su territorio, como Afganistán, Mongolia, Filipinas, Paraguay o Trinidad y Tobago. En algunos casos se debe a conflictos armados, en otros a falta de infraestructura y otros simplemente han optado por no implantar este tipo de tecnología.
Con dos cinemómetros encontramos a Vietnam, Belice y Honduras, y con cuatro a Zimbabue. Si nos vamos a Europa, sorprende que, por ejemplo, Irlanda solo tenga 18 radares en comparación con sus vecinos. Por otro lado, Andorra —con solo 468 km²— tiene 34 radares, una densidad bastante alta para un país tan pequeño.
¿Y España?

España está entre los países con mayor número de radares, aunque no se acerca ni de lejos a las cifras de Brasil, Rusia ni Italia. Según los últimos datos de la DGT, este 2025 ya hay más de 2.500 dispositivos activos en todo el país, y a esta cifra hay que sumarle los 122 nuevos cinemómetros que se están incorporando a lo largo de todo este año.
Esto contempla cinemómetros fijos, de tramos, móviles y los cada vez más frecuentes radares áreos, ya sea con los Pegasus o con drones con cámaras. También debemos tener en cuenta los radares que gestionan las comunidades autónomas. Por ejemplo, Catalunya cuenta con 660 cinemómetros y ya sabemos que están probando otras fórmulas, como los radares remolque.
En términos de densidad, España sí que supera ampliamente la media europea. La instalación de nuevos radares para este año responde, según la DGT y Pere Navarro, a criterios técnicos y zonas de alta siniestralidad, aunque siempre hay voces críticas que se lo llevan a los fines recaudatorios de Tráfico.