Con la llegada del otoño, la Dirección General de Tráfico (DGT) vuelve a enfocar la atención en un tema crítico para la seguridad vial: el estado de los neumáticos de los vehículos en las carreteras. Esta temporada trae consigo desafíos climáticos variables que pueden poner a prueba la capacidad de los conductores para mantener el control de sus vehículos. Es en momentos como estos que la importancia de unos neumáticos en condiciones óptimas se vuelve más evidente que nunca.
3Profundidad mínima de 1,6 mm: Una normativa obligatoria
En lo que respecta a la profundidad mínima de las ranuras de la banda de rodadura, la legislación establece un estándar de 1,6 milímetros en muchos países, incluyendo España. Esta medida no es arbitraria; está diseñada con el propósito de garantizar la seguridad en la carretera.
Un dibujo de neumático que ha alcanzado el límite de 1,6 mm tiene una capacidad de agarre significativamente reducida, lo que puede aumentar la distancia de frenado y poner en peligro la estabilidad del vehículo en situaciones críticas. En condiciones climáticas adversas, como la lluvia o la nieve, unos neumáticos desgastados pueden ser particularmente peligrosos.