La segunda generación del Opel Vectra, que vio la luz hace 25 años, fue una referencia en seguridad gracias a la incorporación de unos inéditos pedales de seguridad que protegían los pies y las tibias del conductor en caso de accidente frontal.
Bautizado como Pedal Release System (PRS), supuso un gran avance en seguridad pasiva. Los pedales del freno y embrague se retractaban automáticamente sin penetrar en la parte inferior del habitáculo, limitando los riesgos de generar heridas en los pies del conductor.
La columna de dirección, de tipo telescópico, estaba fijada a una traviesa específica situada a la misma altura que el primer montante, quedando separada de la estructura del parabrisas. Con ello, se limita la intrusión de la columna de dirección en el habitáculo en caso de accidente frontal.
Seguridad pasiva
Los pedales retráctiles comenzaron a incorporarse de serie a otros modelos como el Astra-G (1998) y el Corsa-C (2000). Estos pedales completaban una amplia gama de dotaciones de seguridad pasiva para el Opel Vectra, que también fue el primero en equipar los airbags «full-size», que se hinchaban con gas Argón presurizado y protegían a los ocupantes delanteros.
También formaron parte de la dotación de serie la barra anti-intrusión en las puertas, los cinturones de seguridad con carga de accionamiento pirotécnica y los airbags laterales en las plazas delanteras.