En los últimos años, la implantación de regulaciones más estrictas sobre emisiones de CO2 y la búsqueda de bajos consumos de combustible han hecho que los motores de tres cilindros sean una de las opciones más demandadas. Por ello, Opel ofrece estas propulsiones en toda su gama de vehículos, en gasolina o diésel.
Hace 25 años, las propulsiones de tres cilindros eran poco comunes. Esto empezó a cambiar en el Salón de Ginebra, cuando Opel desveló el Maxx, un concept impulsado por un motor de gasolina de tres cilindros de última generación. Más tarde, en menos de 12 meses, la firma germana anunció su primer vehículo de producción en serie con un tres cilindros.
El Maxx se encargaba de anticipar el futuro de los vehículos urbanos de la marca. En lugar de paneles de acero prensados, el cuerpo estaba fabricado de aluminio extruido, haciendo que su proceso de producción sea más rápido. Las secciones se soldaron entre sí para formar una caja cerrada que proporcionaba un gran nivel de seguridad.
Con ello, los clientes podían cambiar la apariencia exterior y el equipamiento interior. Además, para ganar en seguridad, se beneficiaba de un airbag para el conductor y un sistema de frenos antibloqueo (ABS), así como de una suspensión delantera McPherson basada en el principio de Seguridad Dinámica del Opel Vectra y el Omega.
Con 50 CV de potencia
Si nos centramos en su innovador motor, con aproximadamente 330 cc de cilindrada por cilindro, el nuevo miembro de la familia de motores ECOTEC, se beneficiaba de un par máximo de 90 Nm a 2.500 rpm y una potencia máxima de 50 CV a 5.000 rpm. Con ello, el MAXX era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos y alcanzaba los 151 km/h. Además, homologaba un consumo medio de tan solo 3,9 l/100 km.
