Opel tiene una historia larga y peculiar. Y es que “siglo y cuarto” dan para mucho, y no resulta fácil sacar factor común a lo largo de una franja de tiempo tan dilatada. No obstante, sí podemos decir que estamos ante una marca que ha puesto sistemáticamente a sus usuarios en el centro de sus decisiones.
Opel comenzó su andadura a mediados del siglo XIX haciendo máquinas de coser y, como tantos otros pioneros, empezó fabricando bicicletas antes de lanzar su primer automóvil en 1899. Bajo el control de General Motors entre 1929 y 2012, en la actualidad es una de las firmas del grupo Stellantis.
Conocido popularmente como doktorwagen (el coche del médico), el Opel 4/8 PS fue el primer modelo “asequible” de la firma alemana. Fabricado a partir de 1909, costaba menos de 4.000 marcos, mientras que algunos de sus rivales doblaban esa cantidad. A principios de los años 20, su notable éxito permitió a su fabricante crear la primera línea de producción en serie de automóviles de Europa, siguiendo los pasos de Ford y su model T en EE. UU.
Opel: Una historia plagada de hitos
A partir de entonces, la historia de Opel está plagada de hitos. La firma alemana fue pionera en la industria aeroespacial con el desarrollo de cohetes, tecnología que adaptó para crear automóviles que establecieron importantes récords de velocidad, llegando a lograr 238 km/h con un vehículo sobre ruedas impulsado por cohetes en un lejano 1928.
Opel pronto llamó la atención del ya por entonces gigante General Motors, que vio el potencial de las modernas instalaciones de Rüsselsheim am Main y decidió hacerse con un 80 % de la compañía alemana para completar su adquisición en 1931. Cuatro años más tarde, Opel era ya el mayor fabricante de Alemania, con una producción superior a las 100.000 unidades anuales. De hecho, el entonces especialmente ligero y aerodinámico Opel Olympia, de 1935, está considerado como el primer automóvil popular de aquel país, anticipándose al Volkswagen Escarabajo.
Aparte de modelos populares, desde muy pronto Opel trató de responder a todas las necesidades del mercado, desarrollando vehículos industriales y berlinas de gamas media y alta como los Kapitän, Diplomat, Commodore o Senator. La firma alemana ha tocado en realidad todos los palos y ha sido pionera en algunos segmentos, como el de los monovolúmenes compactos y urbanos, si bien sus modelos deportivos son quizá los más injustamente olvidados.
El apagón térmico llega 10 años antes a Opel
No es ningún secreto que, si nada cambia, a partir de 2035 en la Unión Europea sólo podrán venderse automóviles eléctricos. No obstante, en Opel han decidido doblar la apuesta y anticipar una década el apagón térmico de su gama.
Quedan poco más de 12 meses para que Opel deje de comercializar “nuevos” modelos con motores de combustión. Sí seguirá vendiendo, no obstante, los modelos “térmicos” ya lanzados hasta agotar su lógico ciclo vital, que típicamente se sitúa en unos seis o siete años. Por tanto, si la firma alemana lanzase su último modelo térmico en 2024, lo más probable es que en 2030 o 2031 sería, en realidad, cuando su gama al completo pasase a ser íntegramente eléctrica.
Año arriba o abajo, lo que está claro es que Opel pretende abanderar el futuro eléctrico de Stellantis y de las marcas generalistas europeas, y para ello lleva ya años mostrando prototipos que van en esta dirección. Y es que históricamente la firma del blitz ha sido siempre muy dada a sacar la bola de cristal para contarnos sus planes, un loable ejercicio de transparencia no exento de riesgos, como recordarán los más veteranos cuando con el comienzo del siglo XXI se nos anunciaba que la primera generación del Zafira contaría con una versión de producción en serie alimentada por pila de combustible.
Pero el hidrógeno no está hoy sobre la mesa, sino que serán los propios electrones ya embutidos en las baterías los que moverán los modelos Opel del futuro más inmediato; un futuro “eléctrico, sencillo y excitante”, tal como reconoce Florian Huettl, CEO de la firma alemana, y tal y como se escenifica en prototipos como el Experimental, que anuncia una aerodinámica ultraeficiente (aspecto en el que Opel lleva siendo líder desde finales de los años 80, con aquel Calibra cuyo Cx de 0,26 le situaba como el automóvil de producción en serie más aerodinámico del mundo), para lo cual usará componentes activos y llantas que reduzcan las turbulencias generadas por las ruedas, todo ello en una carrocería crossover que da acceso a un amplio, minimalista y sostenible habitáculo.
La historia de Opel en Motor 16
La portada de nuestro número 2 mostraba en noviembre de 1983 el despiece del Opel Corsa A tras 15.000 kilómetros de prueba. Fue el primer análisis en profundidad de un vehículo tras una prueba de larga duración de la que sería una larga lista que pronto se iba a convertirse en una de las señas de identidad de Motor 16.
