El Opel GT Concept muestra las líneas maestras del futuro diseño deportivo de la marca alemana. En Ginebra será, sin duda, una de las estrellas del salón gracias a sus esculturales formas exteriores pero también gracias a un interior que podemos ver aquí en el que se ha trabajado al máximo la interrelación entre el hombre y la máquina envuelta dentro de un ambiente deportivo.
Ofrece dos asientos deportivos que se adaptan a la perfección al cuerpo y tanto los pedales como el volante tienen regulación eléctrica, con lo que conseguir la postura ideal de conducción es un juego de niños. En el salpicadero llama la atención el uso de aluminio cepillado en el panel de instrumentos, lo que lleva al interior la sensación de ligereza en la construcción que se aprecia en el diseño exterior del coche.
Cámaras en lugar de retrovisores
Cuenta con pantallas circulares que muestran los alrededores del vehículo y sustituyen a los espejos retrovisores exteriores. En vez de espejos retrovisores exteriores, el Concepto GT confía en unas cámaras exteriores colocadas detrás de los pasos de rueda delanteros que muestran los que ocurre detrás y en los alrededores del coche. Estas imágenes se transmiten a unas pantallas redondeadas a izquierda y derecha del conductor. Están encastrados y cuentan con el anagrama GT realizado también en alumnio cepillado. El volante cuenta con un diseño de radios que es todo un homenaje al legendario Opel GT de los años 60 y 70 del pasado siglo. El toque definitivo de diseño deportivo lo dan los cinturones de seguridad en rojo.
Pero no sólo es diseño el interior del Opel GT; también es la más alta tecnología. No hay botones en el interior y todos los controles se manejan bien por voz o a través de la pantalla táctil central. Se ha trabajado mucho la integración hombre-máquina mediante el cual el coche se adapta a las necesidades y gustos del conductor. El coche contesta con una agradable voz a las peticiones del conductor y puede, por ejemplo, elegir la música adecuada, la ruta o la temperatura, de acuerdo con la situación. El software aprende de cada orden, cada toque en los mandos del volante y cada ajuste que se realiza.
Y eso se manifiesta en las diferentes posibilidades que ofrece al conductor. Por ejemplo, si el conductor simplemente quiere navegar por el menú sin decir palabra, sólo tiene que tocar el touchpad redondeado de la consola central, desde el que puede manejar fácilmente todas las funciones. Y si quiere mantenerse en permanente comunicacion con la oficina, la pantalla de la derecha le facilita un sistema de navegación con gráficos intuitivos.
También puede mostrar información sobre consumos o sobre las acelerciones longitudinales o las fuerzas G si conducimos con un carácter más deportivo. Y también puede ofrecer recomendaciones para el conductor sobre alertas de tráfico para aumentar la seguridad.