El Opel Astra se estrenó en una época marcada por los conflictos políticos, en la que sucesos como el vertido de petróleo del Exxon Valdez hicieron entender a la sociedad la necesidad de cuidar el medio ambiente. Con ello, los fabricantes de automóviles empezaron a equilibrar la reducción de las emisiones y el consumo de combustible con la creciente demanda de un mayor nivel de confort.
Esta primera generación, que plasmó a la perfección este espíritu de cambio, ofrecía una habitabilidad interior mayor, incorporaba un mayor nivel de sistemas de seguridad y puso un gran énfasis en el respeto por el medio ambiente. Con una producción de unos 4,13 millones de unidades entre 1991 y 1997, este Astra es el modelo más vendido en la historia de la marca.
Gran respeto por el medio ambiente
Pensado para todas las necesidades, se podía escoger entre cinco motores de gasolina y un diésel, todos de cuatro cilindros con la última generación de tratamiento de gases de escape. Los motores de gasolina de 1,4, 1,6, 1,8 y 2,0 litros venían equipados con un catalizador de tres vías, mientras que el diésel de 1,7 litros se beneficiaba con un catalizador de oxidación de nuevo desarrollo.
En 1991 llegaron las primeras versiones hatchback de cinco puertas, el familiar Caravan de cinco puertas y el deportivo Astra GSi. Disponible exclusivamente como 'hot-hatch' de tres puertas, la versión GSi ofrecía la posibilidad de elegir entre motores de 2.0 litros de 115 o 150 CV. En 1992 aterrizó el modelo de cuatro puertas con portón trasero, seguido un año después por el Astra descapotable, fabricado por el carrocero italiano Bertone.
El Astra todavía es el modelo de Opel más vendido de la historia, un coche que destacaba por su amplia gama de dispositivos sistemas de seguridad, habitabilidad interior y respeto por el medio ambiente.
