¿Quién no se ha dejado alguna vez el paraguas, el móvil o las gafas de sol en un taxi? Moverse actualmente por la ciudad en servicios como Cabify, Uber o Bolt es el pan de cada día; y olvidar en ellos algún objeto, más común de lo que imaginamos. Pero lo que puede que no sepas —y te va a sorprender— es a dónde van a parar todas esas cosas que nunca reclaman sus dueños.
Porque no, no desaparecen en un agujero negro ni terminan acumulando polvo en un almacén interminable. Algunos encuentran una segunda oportunidad gracias a iniciativas que no solo resuelven un problema logístico, sino que, de paso, ayudan a quienes más lo necesitan. ¿Quieres saber cómo? Te lo contamos todo en este artículo.
2Movilidad responsable más allá del transporte

Esta iniciativa no es solo una solución útil, también forma parte de una filosofía más amplia: la de una movilidad más consciente y socialmente responsable. En Vecttor, la filial que opera muchos de los vehículos de Cabify, entienden que transportar personas por la ciudad no debería limitarse a una simple operación logística. En todo ello, hay una dimensión humana que no siempre se ve, pero que se siente.
Lo cierto es que ese compromiso no se queda solo en palabras. Además de esta acción solidaria, también apuesta por reducir su impacto medioambiental con una flota sostenible, vehículos eléctricos y políticas de reducción de emisiones. ¿El objetivo? Llevarte de un punto a otro sin dejar huella y, en lo posible, ayudando en el camino a quienes más lo necesitan.