La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha elevado una acusación seria hacia los fabricantes de coches eléctricos: las cifras de autonomía anunciadas son, de media, un 15 % superiores a las que se puede esperar realmente. Esta diferencia, legal según las normas de homologación, representa una práctica preocupante que pone en riesgo la confianza de los conductores y ralentiza la adopción del vehículo eléctrico en España y Europa.
A continuación, desgranamos por qué este desfase es tan crítico y qué reclamos hace la OCU para evitar que los consumidores vuelvan a sentirse engañados.
1La trampa del ciclo homologado WLTP en el punto de mira de la OCU

El origen del desfase está en el ciclo WLTP, el procedimiento europeo para medir la autonomía de los EV. Esta prueba se realiza en condiciones “idénticas y favorables”: temperatura constante de 23 °C, sin climatización, sin cargas eléctricas y sin pérdidas durante el proceso. Así, los fabricantes obtienen cifras de autonomía “teóricas” y llamativas para el marketing.
La OCU alerta de que, al comparar esa autonomía oficial con el resultado real —calculado a partir de la capacidad útil de la batería divida por el consumo homologado—, la diferencia se sitúa en un 15 % de media, con casos extremos entre el 9 % y el 22 %. Parece pequeño, pero esos kilómetros pueden significar quedarse tirado sin enchufe en plena ruta.