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Nuevo SsangYong Rexton. Ya lo hemos conducido

Desde que el primer Rexton apareció en 2001, las tres generaciones comercializadas hasta ahora han sumado más de 18.000 matriculaciones en nuestro país, convirtiéndole en el segundo modelo más vendido en España por la marca coreana. Polivalencia y amplitud, buena movilidad fuera de carretera, notable capacidad de remolque y competitiva relación precio/equipamiento han figurado siempre entre sus claves; pero ahora que la demanda de vehículos SUV se ha disparado en SsangYong se enfrentaban al reto de cómo evolucionar su Rexton de cara a la cuarta generación. La solución ha sido crear un modelo totalmente nuevo que conserva la esencia de auténtico SUV todocamino pero, a la vez, se convierte en escaparate de todo lo que la firma es capaz de hacer en materia de diseño, seguridad, calidad o tecnología.

Mide 4,85 metros de largo

Ese nuevo Rexton, que ahora llega a España con precios que oscilan entre 27.500 y 44.900 euros incluyendo el descuento promocional de 2.000 euros (aqui tienes todos sus precios), experimenta un cambio de proporciones en su carrocería, que crece 90 milímetros a lo largo (ahora alcanza los 4,85 metros), estira también 30 milímetros su distancia entre ejes y gana nada menos que 60 milímetros de anchura, mientras que la altura disminuye 15 milímetros. Gracias a eso, su aspecto es más estilizado, y visto desde detrás parece mejor plantado sobre la carretera, sensación reforzada por la posición horizontal de las ópticas posteriores (antes iban en vertical) y la gran anchura de vías: en ambos ejes son 70 milímetros más anchas. Y de eso nos beneficiaremos luego cuando nos pongamos en marcha, pues el nuevo Rexton pisa con más aplomo en curvas y goza de mayor estabilidad lineal, lo que se aprecia por ejemplo cuando avanzamos a buen ritmo por una autopista azotada por el viento, como nos ocurrió durante nuestra primera toma de contacto entre Madrid y Segovia. Y en eso, de hecho, se nota curiosamente la mano de Pininfarina, pues el famoso estudio italiano (propiedad, como SsangYong, del gigante indio Mahindra) se encargado del desarrollo aerodinámico del nuevo modelo.

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El Rexton, más grande por fuera, también gana amplitud interior, lo que se aprecia especialmente en la segunda fila, con una cota de anchura que permite acomodar a tres adultos, una altura generosa al techo y mucho hueco para las piernas, a lo que podemos unir el pequeño tamaño del túnel central, que casi no sobresale del suelo. Y si hemos optado por una variante de siete plazas, el acceso a la tercera fila es cómodo, pues basta con mover una palanca en el lado derecho de la banqueta de la segunda fila para que esa plaza (banqueta y respaldo) se abata contra el respaldo delantero y despeje el paso hacia las dos plazas traseras, aptas sobre todo para chavales, pues no sobra espacio para las piernas.

En cuanto al maletero, con cinco plazas en uso homologa 641 litros (medidos hasta el borde del respaldo en su posición más vertical, pues admite ajuste de inclinación), mientras que si usamos las siete plazas el espacio para equipaje se reduce a 236 litros, que no está precisamente mal. Pero debajo no hay rueda de repuesto, sino un kit reparapinchazos que no cuadra tanto con las posibilidades 'off road' del nuevo Rexton, que sigue fiel al chasis de largueros y travesaños. Solución, por cierto, más robusta que nunca, porque el bastidor Quad Frame emplea un altísimo porcentaje de acero de ultra alta resistencia.

Propulsión o tracción total

Siguiendo con la parte técnica, el nuevo SUV de SsangYong está disponible con tracción a un solo eje (a las ruedas traseras) y tracción a las cuatro ruedas, para lo que se emplea un sistema engranable mediante una rueda junto al selector del cambio. Así, el Rexton 4WD circulará normalmente con tracción posterior, o 2H, pero el conductor puede escoger otros dos programas para salir airoso de superficies poco adherentes (nieve, barro…) o de zonas muy irregulares: en 4H, el par se distribuye de forma constante al 50 por ciento entre ambos ejes, y en 4L ocurre lo mismo pero con reductora. Tras varias semanas con los caminos cubiertos de nieve, la pista elegida para el test 'off road' estaba para pocas bromas, pero nuestro Rexton demostró unas buenas aptitudes camperas, incluso circulando por pistas de roderas profundas, pues la distancia libre al suelo es de 20,3 centímetros en las variantes con suspensión trasera de cinco brazos, y de 22,4 si la versión equipa suspensión posterior de tres brazos. No obstante, los valores de movilidad 'off road' homologados tampoco dejan con la boca abierta, pues SsangYong habla de una profundidad de vadeo de sólo 30 centímetros, de un ángulo de ataque de 20,5 grados y de un ángulo de salida de 22 grados.

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En nuestro primer contacto, además, tuvimos oportunidad de conducir tanto el Rexton de cambio manual (seis marchas), que destaca por un manejo suave y bastante preciso, como el de transmisión automática, con una caja de siete relaciones desarrollada por Mercedes-Benz que nos parece aún más interesante, especialmente si vamos a circular en ciudad o fuera de carretera. Y en ambos casos el motor es el renovado e-XDi 220, un cuatro cilindros de 2,2 litros con inyección por raíl común, turbo de geometría variable e intercooler que ahora rinde 181 CV (tres más que antes) y baja el gasto medio a 7,6 l/100 km. Y el par, muy generoso: 400 Nm entre 1.400 y 2.800 rpm si se trata del cambio manual y 420 de 1.600 a 2.600 rpm si lleva el automático. De esta mecánica, lo mejor es su progresividad, pues empuja muy bien en la zona de uso habitual, que podemos definir entre 1.500 y 4.000 vueltas. Más arriba, mejor no insistir, pues a pesar de que la zona roja del cuentavueltas empieza en 4.500 rpm, estirar la aguja por encima de 4.300 es casi imposible.

Teniendo en cuenta que el conjunto arroja en báscula entre 1.995 y 2.243 kilos, según combinación mecánica y acabado elegidos, los 181 caballos mueven muy bien al Rexton, aunque no debemos esperar prestaciones fulgurantes. Así, se anuncian 11,3 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h si la caja es manual, y casi 12 con la transmisión automática. No obstante, hay buena capacidad de recuperación, y las maniobras de adelantamiento se ejecutan con notable agilidad. Y a medida que la carretera se va retorciendo segumos viedo las mejoras logradas, pues el aumento de vías y de distancia entre ejes, la mayor rigidez y el buen trabajo de la suspensión permiten mantener ritmos vivos de marcha. Los frenos también cumplen, pues equipa discos ventilados en las cuatro ruedas, y quizás lo que menos nos ha convencido es el tacto de la dirección, sobre todo cuando apuntamos para entrar en curvas.

Bien acabado y con gran equipamiento

En cuanto al interior, el cuarto Rexton de la historia nos ha sorprendido muy gratamente, pues destaca por sus estupendos materiales y una terminación sin fallos. Todo encaja y todo parece firme y robusto, y a esa sensación de calidad general ayudan unos asientos bien diseñados y una ergonomía notable, pues todo queda a mano. Y SsangYong presume del máximo cuidado de los detalles, con ejemplos como el perímetro del capó delantero aislado con goma para rebajar la sonoridad mecánica, los pasos de rueda revestidos por dentro con un material más absorbente que sólo suelen usar las marcas Premium o la zona inferior de las puertas recorridas también por una banda aislante, que evita que se meta el polvo o el barro a zonas que luego nos pudieran manchar los pantalones al subir o bajar del vehículo.

Decir, por último, que la gama se articula en torno a tres niveles de acabado (Line, Premium y Limited), y que ya desde el básico disfrutaremos de un equipamiento muy completo, tanto en cuestiones de confort como de conectividad o seguridad, como ocho airbag, control de crucero, sistema activo antivuelco ARP, control de descenso de pendientes, ayuda al arranque en cuesta HSA, cuatro elevalunas eléctricos, retrovisores eléctricos, calefactados y plegables, freno de mano electrónico, sensor de lluvia y luces, equipo de sonido con pantalla de 8 pulgadas y sistema SASS, avanzado conjunto de ayudas a la conducción que agrupa el frenado de emergencia autónomo, el aviso de salida de carril, la activación automática de luces de carretera, el lector de señales de tráfico y el aviso de colisión. Ahí es nada.