El Mazda CX-5 ha sido uno de los modelos más exitosos de la marca japonesa desde su lanzamiento, en 2012. La segunda generación llegó al mercado en 2016 y aún se mantiene a la venta, con algunos cambios y actualizaciones. Y todo parece indicar que este mismo año conoceremos a su sustituto, que saldrá al mercado prácticamente una década después.
Estas son las primeras fotos que recibimos de este nuevo modelo, tomadas en algún lugar de Alemania. El prototipo aún está cubierto de un espeso camuflaje, aunque deja apreciar algunos detalles interesantes. El primero de ellos lo encontramos en el frontal, donde se ven con cierta claridad un nuevo lenguaje de diseño nunca antes visto en la marca. Los faros delanteros se estiran en paralelo a la parrilla para formar, junto con el módulo del lavafaros, una especie de ‘L’. El estilo recuerda al del Hyundai Tucson, con la salvedad de que este utiliza módulos independientes.
En la trasera hay unos pilotos más finos, al estilo de los empleados en el CX-60, aunque algo más delgados en la parte integrada en el portón. Por buscarles parecidos, nos recuerdan en parte a los utilizados en la actual generación del BMW X3, otro modelo que ha estrenado un lenguaje de diseño propio.
El Mazda CX-5 2026 seguirá una línea continuista
Pese a los cambios, en el conjunto general el nuevo CX-5 va a seguir la misma línea continuista de diseño que le ha acompañado en las dos anteriores generaciones. Está claro que Mazda no se va a dejar llevar por las modas y optar por una carrocería más estilizada, tipo coupé o fastback, sino que sigue confiando en un estilo marcadamente SUV. Su tamaño tampoco debería variar en exceso, con una longitud ligeramente por debajo de los 4,60 metros.
Y no cabe duda de que a Mazda esto de ir contracorriente se le ha dado muy bien, sobre todo en lo que a tecnología se refiere. Cuando todo el mundo apostaba por el downsizing (motores de tres cilindros dotados de turboalimentación), ellos se mantuvieron firmes con sus bloques de cuatro cilindros y, en algunos casos, con aspiración atmosférica; de hecho, ahora su motor base para Mazda3 y CX-30 es un 2.5 e-Skyactiv G que desarrolla 140 CV y tiene unos consumos realmente asombrosos.
La firma con sede en Hiroshima también intentó revolucionar el mundo mecánico con el Skyactiv-X, un 2.0 de cuatro cilindros dotado de un turbo de bajo soplado que, en ciertos momentos, podía funcionar de manera semejante a un diésel, con encendido por compresión. Lo cierto es que fue un experimento algo fallido en lo que a rendimiento se refiere, algo que los ingenieros solucionaron con el e-Skyactiv X lanzado apenas dos años después.
Estos dos motores son los únicos presentes en la actual gama de los Mazda3 y CX-30, y al menos uno de ellos (posiblemente el 2.5) será de la partida en esta nueva generación, acompañado de algún otro más, aunque aún es pronto para saber algo en este sentido.
El actual Mazda CX-5 cuenta con cuatro opciones mecánicas, dos de gasolina (2.0 de 165 CV y 2.5 de 194 CV), ambos dotados de hibridación ligera, y otras tantas diésel (2.2 de 150 y 184 CV). Hay dos cajas de cambio de seis velocidades, manual y automática, disponibles según versión; lo que no hay son versiones de tracción a las cuatro ruedas (todos los CX-5 son de tracción delantera).
Se espera que el nuevo Mazda CX-5 sea presentado a finales de este año y que se ponga a la venta a lo largo del primer trimestre de 2026, aunque de momento son fechas no confirmadas.
Galería de imágenes espía del Mazda CX-5 2026
Fotos: SH Proshots