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Conducimos el nuevo Mazda6. Gana en exclusividad

El Mazda6 se ha sometido a una puesta al día casi sin hacer ruido, pero con muchas pequeñas cosas y mejoras que le convierten en un vehículo con mucho más peso específico, aunque en valores absolutos se trata del mismo 'coche'. Es cuestión de actualizarse y, de paso, acercarse un pasito más al añorado 'territorio premium'. Lo ha conseguido.

Aunque la base es la misma, hay mucho más trabajo detrás del que parece a simple vista. El primero se ve enseguida, al hacer gala de un diseño más estilizado, elegante y cuidado. Sin embargo, el salto es más cualitativo en el interior. Hace años los acabados en Mazda creaban algunas dudas; ahora, si nos subimos en este renovado modelo, digamos que se acerca muy mucho a los mejores del segmento.

Por eso se ha dejado tal cual el volante y poco más. La selección de los materiales ha sido vital (piel, napa, madera de sen…) y los ajustes, también. Más detalles: asientos más confortables y ventilados los delanteros, Head up Display con proyección en el parabrisas, pantalla táctil de 8 pulgadas en el salpicadero (antes de 7''), otra de TFT en la esfera central del cuadro de mandos…

Como es lógico, estos avances salpican tanto a la carrocería sedan como al Wagon, que Mazda comercializa al mismo precio. La habitalidad es muy generosa, más en las plazas traseras del sedán debido a su mayor longitud y distancia entre ejes, aunque el familiar presume de un enorme maletero (522 litros).

Cuatro son las motorizaciones disponibles

La 'esencia' se mantiene en todos, pero se introducen avances para cumplir con la 'temida' Euro 6d TEMP que entra en vigor en septiembre. Los más potentes aportan más trabajo: el diésel de 184 CV incrementa su potencia en 9 CV y el gasolina de 2.5 litros incorpora ahora un sistema de desconexión de cilindros. El cambio es manual o automático de seis relaciones, salvo en el mencionado 2.5, donde sólo se dispone de la transmisión con convertidor de par. Y la tracción total sólo está disponible en el Wagon y con las mecánicas diésel.

Para ser más premium se ha invertido en una dinámica más refinada y silenciosa. El chasis presenta ajustes en la suspensión, las estabilizadoras y en la dirección, el conjunto es más rígido y la aerodinámica se ha perfeccionado. En materia de seguridad incrementa su dotación con elementos como una cámara de visión 360º, un asistente de velocidad inteligente que trabaja codo con codo con el lector de señales de tráfico, un control de velocidad de crucero adaptativo con función Stop & Go o unos faros Smart Full Led adaptativos con nuevas funciones de iluminación.

En nuestra toma de contacto nos gustó la respuesta, refinamiento, estabilidad y confort de la versión 2.5 de gasolina, y el tacto del cambio manual y la eficiencia del diésel de 150 CV.

El abanico de precios del Mazda6 oscila entre los 30.375 y los 43.975 euros.