Los superdeportivos modernos de Ferrari son auténticas maravillas de la ingeniería. Son increíblemente rápidos y capaces de realizar hazañas que parecen desafiar la física. Sin embargo, por mucho que lo intenten, nunca logran vencer las leyes físicas de nuestro universo. En esta historia, el conductor de un SF90 lo descubrió de la peor manera cuando terminó con el techo en la carretera y las llantas apuntando hacia el cielo después de un accidente en Australia.
El incidente ocurrió el sábado 6 de julio en Carlisle, un suburbio de Perth. Las fotos muestran graves daños en un lateral del superdeportivo amarillo. Desde los ángulos disponibles, parece ser el único daño significativo en una sección del vehículo. Por supuesto, no podemos ver el techo, que seguramente haya visto días mucho mejores. La magnitud del incidente ha dejado perplejos a los entusiastas del motor, especialmente a los aficionados del Cavallino Rampante
¿Cómo le ocurrió este accidente al Ferrari?
Según Drive, la policía de Australia Occidental afirma que el conductor viajaba en dirección norte antes del accidente. Supuestamente, el conductor se salió de la carretera, chocó contra un árbol y luego volcó. Ahora se enfrenta a un cargo por conducción imprudente junto con las consecuencias de volcar un Ferrari. El SF90 suele venderse por más de medio millón de dólares, dependiendo de las opciones, lo que hace que este accidente sea no solo peligroso sino también extremadamente costoso.
Farlin Modideen, quien supuestamente estaba en el vehículo durante el accidente, publicó en LinkedIn sobre el incidente. En su mensaje, expresó su alivio por haber salido ileso del accidente, a pesar de sufrir algunos mareos y dolores corporales. Agradeció a los servicios de emergencia y profesionales médicos por su excelente cuidado y destacó el apoyo recibido de su familia, amigos y colegas durante su recuperación.
Reacciones y consecuencias de lo sucedido
El accidente ha provocado diversas reacciones entre los amantes de los superdeportivos y la comunidad en general. Los comentarios en redes sociales y foros de automovilismo oscilan entre la empatía por los ocupantes y la consternación por el destino del Ferrari SF90. La noticia también ha puesto en el foco la importancia de la conducción responsable, especialmente cuando se maneja un vehículo de alto rendimiento que puede alcanzar velocidades extremas en cuestión de segundos.
El destino del modelo italiano accidentado es incierto. Aunque el vehículo ha sufrido daños significativos, es posible que pueda ser reparado, aunque el costo será elevado. La decisión final dependerá de los propietarios y de las evaluaciones técnicas realizadas por los expertos. Mientras tanto, el incidente ocurrido en Australia sirve como un recordatorio de que incluso los vehículos más avanzados tecnológicamente no están exentos de los peligros de la carretera.
