Circular por las carreteras españolas es cada vez más seguro gracias a la vigilancia, las campañas de concienciación y la mejora de las infraestructuras. Sin embargo, la otra cara de la moneda son las sanciones: miles de conductores reciben cada año una multa por infracciones que, en muchos casos, podrían haberse evitado con un poco más de atención y responsabilidad al volante.
La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que no se trata únicamente de un tema económico. Las multas no solo conllevan un coste que puede ir desde 100 hasta 600 euros (o incluso más en casos graves), sino que también afectan al carnet de conducir con la pérdida de puntos. Conocer las sanciones más habituales y aplicar hábitos preventivos es la mejor estrategia para que la conducción sea segura, tranquila y libre de sobresaltos administrativos.
3Aparcamiento indebido: la multa más incómoda

Muchos conductores lo consideran una sanción menor, pero aparcar de manera indebida puede acarrear más problemas de los que parece. Dejar el coche en doble fila, en una plaza reservada, en una zona de carga y descarga o sobre la acera puede costar entre 80 y 200 euros, además de la posibilidad de que el vehículo sea retirado por la grúa.
El consejo es claro: buscar siempre un aparcamiento autorizado, utilizar los parkings públicos en zonas congestionadas y respetar los espacios destinados a personas con movilidad reducida. A veces, la prisa por aparcar en cualquier sitio termina siendo mucho más cara que el propio estacionamiento. Evitar esta multa es cuestión de civismo y previsión.