Circular por las carreteras españolas es cada vez más seguro gracias a la vigilancia, las campañas de concienciación y la mejora de las infraestructuras. Sin embargo, la otra cara de la moneda son las sanciones: miles de conductores reciben cada año una multa por infracciones que, en muchos casos, podrían haberse evitado con un poco más de atención y responsabilidad al volante.
La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que no se trata únicamente de un tema económico. Las multas no solo conllevan un coste que puede ir desde 100 hasta 600 euros (o incluso más en casos graves), sino que también afectan al carnet de conducir con la pérdida de puntos. Conocer las sanciones más habituales y aplicar hábitos preventivos es la mejor estrategia para que la conducción sea segura, tranquila y libre de sobresaltos administrativos.
1Exceso de velocidad: la multa más frecuente

La infracción más habitual en España sigue siendo superar los límites de velocidad. Los radares fijos, móviles y de tramo son los grandes protagonistas en este terreno, y cada año emiten millones de sanciones. Exceder el límite no solo aumenta el riesgo de accidente, sino que puede suponer multas de 100 a 600 euros y la pérdida de hasta seis puntos del carnet, dependiendo del exceso cometido.
Para evitar caer en esta sanción, lo primero es conocer bien los límites: 120 km/h en autopistas y autovías, 90 km/h en carreteras convencionales y, desde 2021, 30 km/h en vías urbanas de un solo carril por sentido. Usar el control de crucero, estar atento a las señales y recordar que en condiciones de tráfico denso o mal tiempo conviene reducir la velocidad son pequeños gestos que evitan tanto la multa como el peligro real.