En el devenir del tráfico rodado, la Guardia Civil desempeña un papel esencial en la seguridad vial de las carreteras españolas. Desde sus inicios como cuerpo especializado hasta la actualidad, este grupo ha sido sinónimo de autoridad y vigilancia, garantizando que se respeten las normas que aseguran el buen funcionamiento del complejo sistema de circulación en el país.
Así, es habitual que los conductores se enfrenten a sanciones por diversas infracciones, algunas de ellas con mayor frecuencia debido a su naturaleza o a la tendencia humana al descuido. En este artículo, analizaremos cuáles son las multas más comunes impuestas por la Guardia Civil de Tráfico, desglosando sus causas y consecuencias, y proporcionando una visión completa de cómo estas afectan al día a día de los conductores en España.
EXCESO DE VELOCIDAD

El exceso de velocidad, sin duda, encabeza la lista de sanciones. La velocidad inadecuada es un factor de riesgo que incrementa las posibilidades de accidentes mortales. Los radares de la DGT están estratégicamente situados para captar estas infracciones y con ello, se persigue fomentar una conducción más segura. Pero no se trata solo de exceder los límites establecidos, sino también de la velocidad inapropiada en condiciones adversas, como lluvia o niebla, que también pueden ser motivo de sanción, aunque se circule dentro de los márgenes legales.
El procedimiento para constatar la infracción es riguroso: se considera la tolerancia técnica del radar y a partir de ahí, se aplican las sanciones pertinentes. Estas multas pueden variar desde sanciones económicas hasta la retirada de puntos del carnet de conducir, dependiendo de la gravedad del exceso. Además, las sanciones más graves pueden incluso llevar a la suspensión temporal o definitiva del permiso de circulación.
DISTRACCIONES AL VOLANTE
En la era de la conectividad, las distracciones al volante se han convertido en una de las principales causas de sanción. El uso de teléfonos móviles mientras se conduce, con o sin manos libres, puede conllevar multas significativas. Se considera que cualquier atención que se desvíe del acto de conducir aumenta exponencialmente el riesgo de accidente.
Otro punto de atención son los dispositivos de navegación; su manipulación inadecuada también puede resultar en multas.
Además, acciones como comer, beber o cualquier otra que implique una distracción, están sujetas a ser catalogadas como infractoras por la Guardia Civil. Es importante recordar que la atención debe mantenerse en la carretera, y las manos en el volante en todo momento.
INFRACCIONES RELACIONADAS CON EL ALCOHOL Y DROGAS SEGÚN GUARDIA CIVIL

El consumo de alcohol y drogas es un delito que la Guardia Civil de Tráfico combate con especial empeño. Los controles de alcoholemia y drogas son frecuentes en las carreteras españolas, y las pruebas positivas conllevan severas sanciones. Estas no solo suponen un peligro para quien las consume y conduce, sino también para el resto de usuarios de la vía.
Además de las fuertes multas económicas y la retirada de puntos, las infracciones graves pueden acarrear penas de prisión y la prohibición de conducir vehículos a motor.
El objetivo es claro: disuadir a los conductores de ponerse al volante bajo los efectos de sustancias que alteren sus capacidades. Por ello, la prevención y concienciación son aspectos clave en las campañas de tráfico.
SEGURIDAD VIAL Y DOCUMENTACIÓN
Uno de los pilares sobre los cuales se cimienta la seguridad vial es la correcta documentación, tanto del vehículo como del conductor. A menudo, la Guardia Civil de Tráfico sanciona a aquellos que circulan sin la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en regla o cuyos coches no cuentan con el seguro obligatorio. Estas infracciones pueden considerarse como un reflejo de la relevancia que tiene el mantenimiento adecuado del vehículo para prevenir incidentes y, por ende, para la seguridad de todos en la carretera.
La ausencia de documentación necesaria o el incumplimiento de la normativa vigente con respecto a la misma suelen conllevar multas y, en casos extremos, la inmovilización del vehículo. Cabe destacar que el estado de los neumáticos y el correcto funcionamiento de luces y señalización son puntos que se revisan con especial interés, dada su importancia para la seguridad activa y pasiva del automóvil.
SEÑALIZACIONES Y PREFERENCIAS DE PASO

El desconocimiento o la negligencia en el respeto a las señales de tráfico y las normas de preferencia de paso son otra fuente importante de sanciones. Infracciones como no respetar los semáforos en rojo, las señales de stop o ceder el paso se sancionan habitualmente. Además, adelantamientos indebidos o en zonas de visibilidad reducida, donde los riesgos de colisión frontal aumentan, son objeto de estricto control.
Cada señalización en la vía pública tiene el propósito de ordenar el flujo vehicular y proteger a todos los usuarios de la vía, incluyendo a peatones y ciclistas. La Guardia Civil de Tráfico es perspicaz en la detección de estos comportamientos, y su actuación es decisiva para minimizar los riesgos asociados, haciendo uso de sanciones económicas y, en ciertos casos, de la detracción de puntos en el carnet de conducir.
COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS Y PELIGROSOS
Los comportamientos agresivos en la conducción no solo deterioran el clima de cordialidad en la carretera, sino que también incrementan el peligro de sucesos viales graves. El fenómeno de la conducción temeraria, que incluye prácticas como hacer uso de la violencia verbal o gestual contra otros conductores, no pasa desapercibido para las autoridades. Estas conductas pueden acarrear multas severas y la intervención judicial, sobre todo cuando ponen en riesgo la integridad física de los demás.
La Guardia Civil enfatiza la importancia de mantener la calma al volante y de evitar acciones impulsivas que puedan desencadenar situaciones de riesgo. La calma y el respeto mutuo son factores claves que pueden reducir significativamente la cantidad de incidentes en las carreteras, y es tarea de las fuerzas del orden velar por que se mantengan estos principios.
RESPETO POR LOS LÍMITES DE CARGA Y DIMENSIONES

En lo que respecta al transporte de mercancías, existe una normativa específica que regula los límites de carga y las dimensiones de los vehículos que las transportan. La Guardia Civil de Tráfico ejerce una estricta vigilancia para asegurar que se cumplan estas normativas. Las multas por exceder el peso máximo permitido o por no respetar las dimensiones máximas de carga son habituales y conllevan un interés por mantener la integridad de las carreteras y la seguridad de todos los usuarios.
El sobrepeso puede causar daños estructurales en las vías y puentes, además de afectar la maniobrabilidad y la eficacia de los frenos del vehículo que lo transporta, incrementando el riesgo de accidentes. En este caso, la Guardia Civil aplica sanciones que buscan prevenir estas situaciones, asegurando el cumplimiento de estándares que preserven la seguridad vial del entorno.
USO DE CARRILES Y ZONAS RESTRINGIDAS
Finalmente, las infracciones relativas al uso indebido de carriles y zonas restringidas también son motivo frecuente de multas. El uso del carril bus, los carriles VAO (Vehículo de Alta Ocupación) sin cumplir con los requisitos, o circular por zonas peatonales y carriles bici, son conductas sancionadas por la Guardia Civil de Tráfico. La regulación del uso de estos espacios es fundamental para garantizar la fluidez del tráfico y proteger la seguridad de grupos vulnerables, como ciclistas y peatones.
La responsabilidad de conducir implica una constante atención a las normas que regulan el uso de la vía y un respeto por las distintas áreas designadas para los diferentes usuarios. La Guardia Civil no solo actúa en función de la infracción, sino que trabaja en la prevención y educación vial, aspectos vitales para conseguir un tráfico más seguro y armonioso.
Con estas consideraciones adicionales, se aporta una visión más completa sobre las amplias responsabilidades que conlleva la conducción y el papel crucial que la Guardia Civil de Tráfico desempeña en su regulación y supervisión. Es imprescindible que los conductores tomen conciencia de la importancia de cumplir con las normativas, no solo para evitar sanciones, sino para contribuir a un entorno más seguro para todos.