Conducir un coche en España es una actividad cotidiana para millones de personas, pero no por ello está exenta de riesgos y responsabilidades. La mayoría de las multas que imponen la Dirección General de Tráfico (DGT) y los ayuntamientos no se deben a conductas temerarias o infracciones muy graves, sino a pequeños descuidos que, aunque parezcan inofensivos, pueden tener consecuencias importantes para el bolsillo y el carnet de conducir.
Estos despistes, muchas veces fruto de la rutina o la confianza al volante, terminan traduciéndose en multas que alcanzan fácilmente los 200, 300 e incluso 600 euros. Además del impacto económico, algunas de estas infracciones conllevan la pérdida de puntos, lo que puede complicar seriamente la vida de cualquier automovilista si se acumulan varias sanciones. Por eso, conocer los errores más habituales y poner en práctica medidas sencillas para evitarlos es la clave para conducir con tranquilidad.
2El móvil, el gran enemigo de la concentración
Otro despiste cada vez más común es mirar el teléfono mientras se conduce. Una notificación de WhatsApp, un correo urgente o incluso cambiar de canción en el reproductor pueden convertirse en una sanción importante. La normativa actual establece que llevar el móvil en la mano, aunque no se utilice, supone una multa de 200 euros y la pérdida de seis puntos.
La distracción es tan peligrosa como el exceso de alcohol, según los estudios de la DGT. En cinco segundos mirando una pantalla, un coche a 120 km/h recorre más de 150 metros a ciegas. Para evitar este error, lo recomendable es colocar el dispositivo en un soporte homologado, usar sistemas de manos libres y, si es imprescindible manipular el móvil, detenerse en un área de servicio o un lugar seguro.
