Conducir un coche en España es una actividad cotidiana para millones de personas, pero no por ello está exenta de riesgos y responsabilidades. La mayoría de las multas que imponen la Dirección General de Tráfico (DGT) y los ayuntamientos no se deben a conductas temerarias o infracciones muy graves, sino a pequeños descuidos que, aunque parezcan inofensivos, pueden tener consecuencias importantes para el bolsillo y el carnet de conducir.
Estos despistes, muchas veces fruto de la rutina o la confianza al volante, terminan traduciéndose en multas que alcanzan fácilmente los 200, 300 e incluso 600 euros. Además del impacto económico, algunas de estas infracciones conllevan la pérdida de puntos, lo que puede complicar seriamente la vida de cualquier automovilista si se acumulan varias sanciones. Por eso, conocer los errores más habituales y poner en práctica medidas sencillas para evitarlos es la clave para conducir con tranquilidad.
1Exceso de velocidad: el descuido más repetido

El exceso de velocidad sigue encabezando el listado de sanciones en España. Puede parecer un despiste mínimo pisar un poco más de la cuenta el acelerador, pero los radares no perdonan. Dependiendo de cuánto se supere el límite, la multa puede ir desde los 100 euros hasta los 600, además de la pérdida de entre dos y seis puntos del carnet.
La Dirección General de Tráfico recuerda que la velocidad es un factor de riesgo determinante en los accidentes de tráfico. Conducir a 140 km/h en una autopista puede parecer seguro, pero en caso de imprevisto la distancia de frenado se multiplica. Para evitar esta multa, lo más eficaz es utilizar el control de crucero en trayectos largos y, sobre todo, adaptar la velocidad no solo a la señalización, sino también a las condiciones de la carretera y del tráfico.