Recibir una multa de tráfico nunca es plato de buen gusto. No importa si son unos pocos euros por estacionar mal o una sanción grave con pérdida de puntos. La sensación es la misma: una mezcla de enfado, sorpresa y resignación. Muchos conductores optan por pagar sin más, pero lo cierto es que la DGT ofrece varias alternativas que conviene conocer antes de tomar una decisión.
En este artículo, repasamos cuáles son esas opciones, qué consecuencias tiene cada una y qué plazos debes tener en mente para no perder derechos ni pagar más de lo necesario. Porque, aunque las multas son un mecanismo para mejorar la seguridad vial, nadie quiere que se conviertan en un problema mayor por falta de información.
6¿Te han multado? Decide con cabeza

Ante una multa de la DGT, las opciones son claras: pagar con descuento y olvidarse del asunto, o recurrir si de verdad crees que tienes argumentos sólidos. Lo importante es no dejar que pase el tiempo sin actuar, porque entonces la sanción se agravará.
Cada conductor debe valorar si le compensa luchar por una posible anulación o si es mejor asumir la infracción y cerrar el expediente cuanto antes. Lo que está claro es que conocer los plazos, las vías de pago y los recursos disponibles te permitirá tomar la mejor decisión y evitar sorpresas desagradables.