En las carreteras españolas, hay una infracción silenciosa que ocurre a diario. Es una acción sencilla, pero que la mayoría decide ignorar. Hablamos de no poner los intermitentes al adelantar; una mala costumbre que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), tienen dos de cada tres conductores.
Muchos creen que no es tan grave, que «basta con mirar bien». Pero la omisión puede salir cara. No señalizar correctamente una maniobra puede suponer una multa de 80 € si se hace mal, y de hasta 200 € si directamente no se hace. Es una práctica que pone en jaque la seguridad de todos. Y si eres de los que no usan el intermitente, ten por seguro que tarde o temprano te llegará la sanción.
2El intermitente: obligatorio
El uso del intermitente no es opcional: es obligatorio. Según el Reglamento General de Circulación, no señalizar correctamente las maniobras se considera una infracción grave y, por tanto, motivo de multa. La razón es obvia: sin ese aviso visual, los demás conductores no podrán leer nuestras intenciones, lo que multiplica el riesgo de accidentes.
Pero ojo, la señalización no da prioridad. Es decir, si activas el intermitente para cambiar de carril, no significa que ya tengas vía libre. Debes seguir la regla RSM: retrovisor – señalizar – maniobrar. Comprueba los retrovisores, asegúrate de que puedes realizar la maniobra con seguridad y señaliza. Si no, el peligro está asegurado.
