La Dirección General de Tráfico apuesta por las motos camufladas para vigilar las carreteras. La DGT despliega constantemente campañas de vigilancia para intentar reducir los siniestros mortales de vehículos durante los fines de semana. Preocupados por el nivel de víctimas en accidentes en moto, ha comenzado a usar motos camufladas para detectar conductas imprudentes que comenten, no solo los motoristas, sino también los demás coches cuando se encuentran con un vehículo de dos ruedas.
Esta técnica de vigilancia, que se basa en utilizar controles y motocicletas con agentes de paisano, para detectar y sancionar imprudencias. Esta forma de vigilancia se suma a un complejo entramado de control que la DGT tiene expandido por toda la península.
Motos camufladas para multar a conductores imprudentes
Con el fin de evitar la siniestralidad, la DGT tiene un dispositivo muy completo que sanciona todo tipo de actos peligrosos avolante. Estaríamos hablando de un total de 780 radares fijos (92 de ellos de tramo), 545 radares móviles, 12 helicópteros, 245 cámaras de control del uso de móvil y de cinturón, 39 drones para actividades de regulación y 34 motos camufladas.
Las motos camufladas son solo un vehículo más que trata de pillar inadvertidos a los conductores imprudentes, que actuarían de otro modo si se viera directamente que es la moto de un agente. Este camuflaje permite a la DGT jugar con ventaja, para corregir las malas prácticas de muchos conductores, aunque hay un patrón que te permitirá reconocer a las motos camufladas y evitarte una sorpresa.
