No cabe la menor duda de que hablar de Toyota GR86 es hablar de un sensacional deportivo capaz de ofrecer sensaciones únicas, dentro y fuera de un circuito. No en vano la compañía nipona durante su desarrollo se jactó de haberlo puesto a punto den diferentes circuitos por todo el mundo. Por lo que a nadie le podría chocar que el dueño de uno de estos Toyota GR86 se vaya un fin de semana a un circuito para darse un homenaje y pasarlo en grande.
Sin embargo un ex propietario de uno de estos Toyota GR86 parece que no volverá a repetir esa experiencia que tan mal sabor de boca le ha dejado. Y es que decidió llevar su deportivo japonés hasta el circuito de Palmer Motorsports Park, donde saltó a pista sin buscar los límites de la misma ni de su deportivo. Pues si te fijas en el modo de conducción o en el cuentavueltas del cuadro verás que el Toyota GR86 no iba pidiendo la cuenta.
Este Toyota GR86 tenía tan solo 19.000 millas
Pero al poco de saltar a la pista el motor bóxer de su Toyota GR86 dijo basta. A tenor del humo que sale por el capó se había mascado la tragedia, algo incomprensible en un vehículo que según su propietario tan sólo tenía 19.000 millas (30.500 kilómetros), que no había sufrido modificaciones mecánicas y que siempre se había sometido a las revisiones pertinentes exigidas por el fabricante. Tanto esa así que el día de antes se había reemplazado el aceite de motor por un 5W30.
«Al principio, pensé que se había soltado un revestimiento del guardabarros o algo que golpeaba contra el neumático, ya que tenía puesto un casco y realmente no esperaba que fallara el motor durante el calentamiento. Finalmente, se hizo muy ruidoso y me detuve», dijo Luke.
Tras la avería, el Toyota GR86 fue remolcado fuera de la pista y Luke lo llevó posteriormente al concesionario Acton Toyota en Littleton, en Massachusetts, para una inspección. Los mecánicos no dieron crédito. Y Luke aún menos. Habían encontrado un agujero en la parte superior del bloque motor, un problema que ha sido diagnosticado en algunos modelos de Subaru. Y recuerda que este último es quien fabrica el motor bóxer utilizado por este Toyota GR86. Tal y como también sucedía con su antecesor, el Toyota GT86, alma gemela del BRZ.
Un motor nuevo le cuesta cerca de 13.000 dólares
Pero tras anunciar la avería, también le dijeron que no se hacían responsables y que no lo cubría la garantía porque el vehículo había sido utilizado en un circuito. Tras ello Luke contactó directamente con Toyota, recibiendo prácticamente la misma respuesta.
«Me preguntan que en qué concesionario tengo el coche. Le digo y llama al concesionario, luego me responde diciendo que el concesionario tiene razón y que no recibiré ninguna cobertura de garantía. Exijo saber por qué se niegan, a lo que nuevamente responden sobre el ‘escenario en el que se estaba utilizando el vehículo’.
Por si todo esto o fuera suficiente, también hay que tener en cuenta que a Luke le piden cerca de 13.000 dólares (12.090 euros) por el cambio completo del motor bóxer de su Toyota GR86. Poca broma, porque aunque hablemos de un deportivo probado en circuito… hay que leer la letra pequeña del contrato.
