Después de unas vacaciones junto al mar, nuestro coche queda expuesto a factores que pueden acortar su vida útil. La arena se cuela por cualquier rincón y el salitre del ambiente se deposita sobre la carrocería, cristales e incluso zonas mecánicas. A medio plazo, no lavar correctamente el vehículo puede hacer que esas pequeñas partículas afecten su buen funcionamiento.
Aclarar el coche tras haber estado en la playa no es solo una cuestión de estética, sino de seguridad, salud y ahorro en mantenimiento. Pero no basta con pasar un trapo o darle un manguerazo rápido: lo recomendable es una limpieza a fondo y, si es posible, en un túnel de lavado moderno, que asegura un resultado uniforme y más respetuoso con el medioambiente.
4Cuidar neumáticos y frenos

La arena no solo molesta en los pies después de un paseo por la playa: también puede afectar seriamente a la mecánica. Cuando se incrusta en la zona de frenos o en el dibujo de los neumáticos, interfiere en su correcto funcionamiento. El resultado puede ser un desgaste irregular de las gomas o una pérdida de eficacia al frenar, con el consiguiente riesgo para la seguridad.
Un buen lavado a fondo, insistiendo en la parte baja del coche y las llantas, elimina estas partículas y permite comprobar después que todo responde como debe. Es un gesto sencillo que puede evitar averías costosas y sustos en carretera.