Después de unas vacaciones junto al mar, nuestro coche queda expuesto a factores que pueden acortar su vida útil. La arena se cuela por cualquier rincón y el salitre del ambiente se deposita sobre la carrocería, cristales e incluso zonas mecánicas. A medio plazo, no lavar correctamente el vehículo puede hacer que esas pequeñas partículas afecten su buen funcionamiento.
Aclarar el coche tras haber estado en la playa no es solo una cuestión de estética, sino de seguridad, salud y ahorro en mantenimiento. Pero no basta con pasar un trapo o darle un manguerazo rápido: lo recomendable es una limpieza a fondo y, si es posible, en un túnel de lavado moderno, que asegura un resultado uniforme y más respetuoso con el medioambiente.
2Proteger la carrocería y mantener el color

El salitre es uno de los grandes enemigos de la carrocería. Sus componentes corrosivos atacan la pintura y los elementos metálicos, acelerando la oxidación y dejando marcas permanentes si no se eliminan a tiempo. No es casualidad que los coches que pasan largas temporadas cerca del mar presenten signos de desgaste prematuro en la chapa.
Lavar el vehículo por completo elimina esa película invisible que el ojo no siempre aprecia, pero que a la larga puede arruinar el aspecto. Además, mantener la carrocería limpia contribuye a que el color luzca más brillante, lo que también mejora la visibilidad del coche para el resto de usuarios de la vía.