La llegada de la borrasca Olivier ha teñido de tonos ocres el cielo y muchos vehículos en toda España. Es mirar por la ventana y ver los coches cubiertos por una capa marrón. La combinación de polvo en suspensión y lluvia de barro está dejando huella; no solo en la carrocería, también en la seguridad de los conductores.
Conducir en esas condiciones conlleva riesgos que no siempre tenemos en cuenta. Por eso, desde Norauto, especialistas en el mantenimiento del automóvil, insisten en la necesidad de actuar cuanto antes. La razón es muy sencilla: tu seguridad está en juego. Y en este artículo, te explicamos por qué.
2Ver y ser visto: los faros tras el barro

En días nublados o lluviosos, los faros son tus mejores aliados. Pero si están cubiertos de suciedad, dejarán de cumplir con su función. La capa de barro o polvo hará que la luz pierda alcance y fuerza, lo que complicará el poder ver y ser visto. Limpiarlos mejorará notablemente tu visibilidad en la carretera.
Para ello, no es necesario un tratamiento profesional. Bastará con una limpieza con un trapo húmedo para quitar la suciedad más evidente antes de conducir. Pero si el barro está muy seco, no rasques: podrías rayar el plástico de la carcasa. Mejor usa agua a presión o espera a llegar a un centro de lavado.