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domingo, 13 julio 2025

El motivo por el que cada día hay más coches con el cartel de ‘se vende’ a precios de auténtico derribo

Basta con entrar a unos cuantos portales de compraventa de coches o darte una vuelta por tu barrio para encontrarte con el cartel de ‘se vende’. Hay algunos viejos y destartalados, pero muchos otros están muy bien cuidados y tienen un precio ridículo, ¿a qué se debe?

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La ‘culpa’ la tienen las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), pues cada vez afectan a más barrios y municipios. Lo que empezó hace unos años como una política para restringir el tráfico más contaminante en grandes capitales, como Madrid o Barcelona, hoy se extiende por casi toda la geografía española. Y ya son miles de conductores los que están pagando las consecuencias.

¿El motivo? Si tu coche no tiene etiqueta medioambiental, no te sirve para evitar restricciones y cada día lo tendrás más complicado para circular por núcleos urbanos. Para muchos, la única solución es ponerlo a la venta, pero si miles de conductores hacen lo mismo, los precios al final caen en picado.

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¿Qué futuro le espera a los coches sin etiqueta?

Fuente: DGT

Según los últimos datos, en España hay algo menos de 8 millones de coches sin distintivo medioambiental. Y si sumamos los que tienen etiqueta B o C, la cifra supera fácilmente los 26 millones. Una parte muy importante del parque móvil español.

Algunos propietarios están optando por vender estos vehículos en zonas donde aún no se han implantado las ZBE. Otros los exportan, los reconvierten a GLP o, directamente, los guardan en garajes para usos muy esporádicos. Pero lo cierto es que la gran mayoría intenta vender… y rápido.

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¿El problema? Que el mercado ya está saturado. Y cuando eso pasa, el valor residual de los coches se hunde. No importa tanto si el motor está en buen estado o si la ITV está recién pasada: si no puedes circular con él, su precio se desploma.

A esto se suma la falta de ayudas efectivas para facilitar el cambio. El Plan MOVES sigue siendo insuficiente para quienes no pueden permitirse coches eléctricos o híbridos, incluso de segunda mano. Y la incertidumbre sobre las normas futuras no genera confianza, porque hay ciudades que ya han vetado también a los etiqueta B.

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