El transporte de bobinas de acero es una tarea compleja y crítica que requiere una atención meticulosa a la seguridad y la eficiencia. Un aspecto crucial en este proceso es la colocación de las mismas en el camión. Ponerlas de forma incorrecta terminan provocando accidentes en donde, lamentablemente, se termina perdiendo la vida de las personas que se encuentran cerca.
En muchos casos, se colocan en vertical, con el ojo hacia el lateral del camión, en lugar de en posición horizontal. Esta elección de estiba no es arbitraria, sino que está basada en decisiones técnicas y de seguridad, aunque puede dar lugar a situaciones peligrosas si no se maneja adecuadamente. En este artículo te contaremos por qué terminan poniéndola de esta manera y por qué es la mejor decisión.
¿Por qué se colocan las bobinas de acero de forma vertical?
Las bobinas de acero son objetos extremadamente pesados y voluminosos. En un caso típico, una bobina puede tener un diámetro exterior de 180 cm, una anchura de 150 cm y una masa de 24,000 kg. La estiba de una bobina en el camión comienza con la determinación de su posición correcta para no sobrepasar las masas máximas admitidas por eje y asegurar una conducción segura. Para ello, se utiliza un gráfico de carga del semirremolque o camión donde se va a estibar la bobina.
El centro de gravedad (CdG) de la bobina debe situarse en una posición específica, aproximadamente a 7 metros desde el extremo delantero del camión, para poder viajar con la carga útil máxima del semirremolque de tres ejes. Esta colocación precisa no es una elección aleatoria, sino una decisión técnica basada en cálculos rigurosos para mantener el equilibrio y la estabilidad del vehículo durante el transporte.
La altura de las bobinas de acero es también importante
Una vez determinada la posición, el siguiente paso es dimensionar la altura de las cuñas que fijarán la bobina de acero al chasis del camión. Estas cuñas deben tener una altura suficiente para evitar que la bobina pueda rodar hacia adelante durante una frenada brusca. En el ejemplo proporcionado, se calculó que las cuñas deben tener una altura de 20 cm, redondeando los 19.8 cm necesarios, para asegurar que la bobina no se desplace.
A pesar de todas estas precauciones, la colocación vertical de las bobinas puede causar accidentes si no se manejan adecuadamente. Un error en el cálculo de la distribución de peso o en la resistencia del chasis puede llevar a un colapso estructural, como se ha visto en varios incidentes documentados. Para evitar estos problemas, es crucial distribuir el peso de manera uniforme y, si es necesario, construir cunas más largas para redistribuir el peso a lo largo del chasis.
