A finales de 2020, Mini anunciaba el inicio de una colaboración con Paul Smith, la firma del diseñador de moda británico también reconocido por la sostenibilidad de sus creaciones y diseños en otros sectores industriales. Ahora, apenas ocho meses después, fruto de esa colaboración nace el Mini Strip, un vehículo co-creado por ambas marcas con la vista puesta en el desarrollo de un diseño totalmente sostenible para el sector del automóvil.
Un enfoque innovador
El Mini Strip surge de aplicar un enfoque innovador en la fabricación de automóviles, con la «simplicidad, la transparencia y la sostenibilidad» como principales valores de desarrollo. El proyecto comenzó por deconstruir por completo un Mini Cooper SE con carrocería de tres puertas hasta dejarlo en la estructura, momento a partir del cual se definieron y utilizaron nuevos materiales completamente sostenibles para su reconstrucción.
«Hemos creado algo muy especial… algo realmente único, volviendo a lo básico reduciendo las cosas y desnudando el coche», comenta Paul Smith. A partir de ahí, en el proceso de creación seguido se ha aplicado en todo momento el principio de máxima reducción y sostenibilidad, gracias a lo cual se ha conseguido un diseño minimalista y de alta calidad con un atractivo fresco y poco convencional. Así, la nueva estética conseguida para el Mini Cooper SE tres puertas es completamente única.
La perfección a través de la imperfección
Y lo es porque se trata de un proceso que busca la perfección a través de la imperfección. Así, la carrocería del Mini Strip se ofrece en bruto, sin pintura exterior y con el acero galvanizado de su chapa completamente a la vista, recubierto tan sólo por una laca transparente para protegerla de la corrosión y la intemperie. Incluso los tornillos, remaches y demás marcas quedan completamente a la vista.
Lo mismo sucede con otros elementos, como por ejemplo la banda plástica que recorre el exterior del coche en su zona inferior, que en esta ocasión se ha impreso mediante tecnología 3D íntegramente a partir de plásticos reciclados especialmente para su producción y que también mantienen visibles los anclajes y fijaciones. De igual manera se ha procedido con los pasos de ruedas delanteros y traseros.
Apuesta por la sencillez y la simplicidad.
Fruto de la apuesta por la sencillez y la simplicidad, todos los tornillos quedan igualmente a la vista, lo que favorece tanto el desmontaje como el montaje de los distintos elementos tanto para facilitar posibles reparaciones como para el aprovechamiento final de los mismos cuando el coche llegue al final de su vida útil y haya que proceder al reciclaje de sus distintos componentes.
Respecto del Mini One SE del que parte, se han añadido nuevos elementos aerodinámicos en la parrilla frontal y las cubiertas gracias a los cuales se mejora la autonomía final del coche (234 km en el Mini Cooper SE original). Para la elaboración de ambos se ha utilizado metacrilato reciclado, y para la del techo panorámico un material obtenido a partir de plexiglass también reciclado que deja completamente a la vista la estructura del coche en la que va anclado.
Interior con la chapa vista
En cuanto al interior del coche, la chapa de la estructura queda completamente a la vista pintada en un atractivo color azul que aporta un sorprendente aspecto al interior del habitáculo. También sorprende la desaparición del característico módulo de instrumentación central en el frontal del salpicadero, lugar que ahora ocupa el smartphone del usuario del vehículo inserto en el espacio circular que evoca al desaparecido módulo.
Igualmente desaparecen la gran mayoría de botones y mandos del vehículo, así como los mandos de los elevalunas, que abandonan las puertas para ubicarse en la zona inferior de la columna central del salpicadero, justo por encima de donde arranca el sorprendente «túnel de la transmisión» con todos los mandos por cable a la vista. Incluso el airbag del volante también queda completamente a la vista.
El corcho se abre camino.
También se han eliminado por completo todos los guarnecidos, cobertores y demás elementos superficiales de abordo. Ahora no hay ni rastro de cueros, fascias o elementos cromados. Los asientos están simplemente tapizados en punto y en todos los materiales empleados se ha buscado ofrecer la máxima capacidad de reciclaje. Las alfombrillas son de caucho reciclado, mientras que otras superficies del interior (salpicadero, arcos de las puertas, bandeja posterior, etc) están elaboradas con corcho reciclado o con cuerda de escalada enrollada,como por ejemplo sucede con los tiradores de las puertas.
Un ejercicio de estilo que no llegará a la producción
Evidentemente, el resultado aleja por completo al Mini Strip de una posible entrada en producción.Tan solo se trata de un ejercicio de estilo y diseño mediante el cual tanto Mini como Paul Smith han tratado de investigar el resultado visual que aportaría establecer nuevos procesos de producción más sostenible y los nuevos materiales que en un futuro más o menos cercano podrían llegar a la fabricación de vehículos. De ahí que todo haya sido llevado al máximo extremo posible.