El tiempo pasa y de qué manera. 60 años se cumplen desde que el primer Mini se nos presentara como el Morris Mini-Minor fabricado por la compañía británica British Motor Corporation (BMC).
Corría el año 1959, y un mes tan tranquilo como agosto iba a ser testigo de lo que acabaría convirtiéndose en un icóno británico. Morris, como parte de BMC, presentaba al público el Mini. Durante sus primeros 10 años de existencia, fue vendido bajo las marcas Morris y Austin. Bajo el capó se encontraba un motor 4 cilindros que conseguía 34 CV de potencia. Aunque a día de hoy pueda parecer poca la potencia -que lo es-, en aquella época y sobre todo para un coche con el tamaño tan reducido del Mini, era bastante.
No tardó el gran público en enamorarse de este coche y en el año 1960, el fabricante británico introdujo distintas variantes como por ejemplo la ranchera denominada Morris Mini-Traveller o el Austin Seven Countryman.
En 1961 se dio a conocer el ahora famoso, Cooper, desarrollado por el prestigioso ingeniero y fabricante de deportivos John Cooper. El Mini Cooper original estaba limitado a tan solo 1.000 unidades y arrojaba 55 caballos de potencia de un motor ampliado de 1.0 L. La gente comenzó a demandar entonces aún más potencia para este pequeño vehículo, increíblemente divertido de conducir, y fue entonces cuando apareció el Mini Cooper S. El Cooper S contaba con un motor de 1.071 cc y 70 caballos, una auténtica máquina para aquella época considerando su reducido tamaño.
En 1963, el Cooper S ganó en el Rally de Monte Carlo y repitió hazaña en Monte Carlo en 1964, 1965 y 1967, todo un logro si tenemos en cuenta que competía contra coches mucho más potentes en una de las pruebas más complejas y populares del calendario.
El heredero a la corona
En el año 1994 la compañía fue adquirida por el Grupo BMW, que continuó fabricando el Mini del que todos estaban enamorados con muy pocas variaciones (excepto el airbag obligatorio) hasta el año 2000. Los alemanes estaban trabajando en un sucesor que fuera digno para este popular vehículo y en 2001 la nueva generación del Mini se presentaba al mundo manteniendo un aspecto original a pesar de ser un modelo completamente nuevo y rediseñado.
Mini ha conseguido conquistar el corazón de casi todo el mundo, ya sean amantes o no de los coches, muy poca es la gente que no se gira para mirar un Mini clásico cuando pasa por la calle y esto es algo que convierte al pequeño Mini en un gran vehículo.