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Mercedes-AMG A 35 4Matic. Por fin lo conducimos

El Mercedes Clase A ha rebajado en 10 años la media de edad de este modelo desde 2007. El objetivo pasaba por hacer 'cantera' en la marca y en este sentido el diseño más dinámico y las versiones más deportivas han tenido mucho que decir. Por eso tiene más sentido que nunca esta nueva variante AMG A 35 4Matic, que se sitúa entre el A250 y el futuro AMG A 45 4Matic, y que se convierte en el vehículo de acceso a la 'añorada' gama AMG.

Ya está a la venta por 57.675 euros, aunque las primeras unidades no llegarán a nuestro mercado hasta marzo de 2019. Nosotros ya hemos tenido ocasión de probarlo y nos ha conquistado de tal manera que, a la espera de su hermano mayor, cuya potencia y precio todavía se guardan con recelo, se convierte en el modelo ideal, porque tiene potencia de sobra para disfrutar al volante y maneras dinámicas que entendemos no van a diferir mucho de la versión AMG 45 4Matic.

Motor de nuevo desarrollo

El alma de esta nueva criatura de Mercedes es un propulsor de dos litros turboalimentado también de nuevo desarrollo. Rinde 306 caballos de potencia a 5.800 rpm y ofrece un elevado par máximo de 40,8 mkg entre 3.000 y 4.000 vueltas. El diseño del turbo de doble entrada y la optimización de la distribución han contribuido a que su respuesta a bajo régimen sea más brillante.

La gestión de todo ese potencial recae sobre la conocida transmisión automática con doble embrague SPEEDSHIFT DCT AMG 7G; eso sí cuenta con un nuevo software en su gestión para enfocarla hacia su nuevo cometido de máximo rendimiento. También cuenta con una función RACE-START (Launch Control) que permite una óptima aceleración desde parado, sin que ningún caballo se quede por el camino. Por eso es capaz de firmar el 0-100 km/h en 4,7 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 250 km/h.

Hablamos de palabras mayores y por eso es obligado recurrir a un chasis de garantías que no es demasiado problema cuando lo 'afina' AMG. El tren delantero recurre a un esquema McPherson con una dirección paramétrica AMG que evita en gran parte 'conflictos' con la propulsión. Detrás apuesta por un eje de cuatro brazos. Por su parte la suspensión deportiva cuenta con reglajes específicos de carácter más dinámico, mientras que en opción dispone de una suspensión adaptativa AMG RIDE CONTROL que permite al conductor elegir entre tres tarados diferentes.

Tres programas para el ESP

Otro aliado fundamental en su comportamiento dinámico es la tracción total variable 4Matic, también calibrada por AMG. En condiciones normales el AMG A 35 4Matic actuará con un 'simple' tracción delantera, pero en función de la necesidades del tipo de conducción o de la adherencia del firme el sistema puede enviar de inmediato hasta un 50 por ciento de la motricidad al eje trasero. También tiene en cuenta en su gestión el modo que se tenga activado en cada momento del ESP, ya que el control de estabilidad cuenta con tres programas diferentes: activo, Sport Handling o desconectado. Asimismo el sistema de frenado se ha optimizado con unos discos más generosos, ventilados y perforados.

Este vehículo nos permite elegir entre cinco programas de conducción diferentes gracias al asistente AMG DYNAMIC SELECT. Así podemos optar por uno de Baja adherencia, otro Comfort , y dos de corte deportivo, Sport y Sport+, además de una opción Individual que nos permite cambiar los parámetros del motor, del cambio, de la suspensión y del sonido del propulsor al gusto. Este asistente se combina con una nueva función denominada AMG DYNAMIC que presenta a su vez dos opciones que actúan sobre la estabilización del ESP.

Además de la parte 'técnica', la estética también cobra una importancia vital en este tipo de vehículos, por razones aerodinámicas y para desmarcarse del resto con una línea más agresiva. Todo esto es fácilmente reconocible en detalles como las entradas de aire, los faldones delanteros y traseros, el difusor en la zaga, el alerón o las exclusivas llantas de aleación de 18 pulgadas.

También el interior se 'redecora' para la ocasión con elementos como unos asientos deportivos, pedales en acero inoxidable, salidas de aire con ribetes en rojo o un cuadro de mandos totalmente digitalizado y que ofrece tres estilos de visionado: clásico, deportivo y supersport. A esta pantalla se une otra también de 12,3 pulgadas (en su presentación más llamativa), pero en este caso táctil, además de una nueva consola central y un volante específico que incorpora ahora dos mandos que permiten gestionar los programas de conducción y de la suspensión sin soltar las manos. No hay diferencias con el resto de la gama en términos de habitabilidad o un maletero que contempla 370 litros.

Sensaciones al volante

Tuvimos ocasión de probar el AMG A 35 4Matic en un largo recorrido completament sinuoso, con tramos secos y húmedos, y lo cierto es que sorprende por su agilidad y rendimiento. Con el modo Sport+ activado el propulsor sube hasta las 6.500 rpm sin inmutarse, mientras los constantes petardeos que salen por el doble escape y el efecto punta-tacón nos animan a no bajar el ritmo. Recupera bien y las siete relaciones gestionadas desde las levas solidarias con el movimiento del volante nos permiten centrarnos en la conducción. Adelantar es fácil cuando empujan con fuerza los 306 CV y desde bajo régimen ya notamos que 'tira' con intensidad.

En ocasiones no parece que en orden de marcha tenga un peso de 1.555 kilos debido a que el morro entra de una manera decidida gracias a la eficacia del tren delantero y a una dirección muy directa que nos permite girar constantemente sin tener que cruzar las manos sobre el volante. Nuestra unidad, dotada de suspensión variable, apenas balancea y la eficacia del sistema de tracción total es sobresaliente, incluso ante imprevistos como pudimos comprobar al deslizar sobre un montón de hojas húmedas que acechaban en plena curva. Eso sí los registros de consumo en conducción deportiva duplicaban los 7,3 litros de media que homologa.

Por último, señalar que el equipamiento de serie se desmarca del resto de la gama con elementos propios, muchos de ellos estéticos, eso sí. Entre ellos está el sofisticado sistema multimedia MBUX, que goza de capacidad de aprendizaje gracias a la inteligencia artificial y que ofrece en este modelo instrumentación y funciones propias, como el AMG TRACK PACE que presenta más de 80 parámetros enfocados a la conducción en un circuito. Además destaca un sistema de aparcamiento automatizado, navegador o faros LED High Performance.

Quizás alguien eche de menos algunos asistentes que sí se ofrecen de serie en otro modelos más 'generalistas', como un control del ángulo muerto, un asistente de reconocimiento de señales de tráfico o un control de velocidad adaptativo, por ejemplo, pero en este caso los 57.675 euros se destinan a aspectos más prestacionales que otra cosa.