El ambiente en el circuito de Hungaroring previo al Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 estaba cargado de risas y buen humor, especialmente entre Carlos Sainz y Lando Norris. El piloto de McLaren llegó al circuito como cualquier otro día, sin sospechar que le esperaba una sorpresa en su zona de aparcamiento. Al llegar, se encontró con un cartel que llevaba su nombre y un mensaje escrito a mano que rápidamente se hizo viral
Y es que el español decidió dejarle un recado en uno de los carteles que indicaba que ahí se encontraba su colega inglés. El corredor, que pertenece a la escudería Ferrari, decidió bromear recordando el resultado deportivo, pero en otra categoría. Y es que le recordó la victoria de España ante Inglaterra en la Eurocopa, en la que se coronó la Roja.
¿Cuál fue el mensaje de Carlos Sainz y Lando Norris?
El mensaje que le dejó Carlos Sainz fue bastante claro: «2-1. ¡Viva España!». Este ingenioso ‘troleo’ no fue mal tomado por Lando Norris, conocido por su buen humor. El piloto inglés había acudido a Berlín el fin de semana anterior para apoyar a su selección de fútbol en la final. Sin embargo, tuvo que ver cómo España se alzaba el trofeo de la Eurocopa 2024.
Apenas unos días después, este desenlace futbolístico se convirtió en el tema de una broma amistosa en el paddock de la F1. El propio Fernando Alonso fue interrogado en la rueda de prensa previa al GP de Hungría sobre si había sido él el autor de la broma. Con una sonrisa y negando ser el responsable, apuntó con humor que «hay otro piloto español en la parrilla…».
La buena relación entre Carlos Sainz y Lando Norris
La relación de amistad entre Lando Norris y Carlos Sainz, forjada durante el tiempo que compartieron equipo en McLaren, añadió una capa de complicidad y camaradería a la situación. Las risas y las bromas continuaron en el paddock durante la tarde. El inglés, mientras paseaba por la zona de Ferrari, se cruzó con el manager del español, quien se reía ante la mirada curiosa de los medios.
El piloto británico, sin perder su característico sentido del humor, respondió con un gesto jocoso: sonriendo y rascándose el ojo con el dedo medio, en un gesto de broma hacia su amigo. Este intercambio no hizo más que reforzar la buena relación y el espíritu deportivo que prevalece entre los pilotos y sus equipos. La anécdota del mensaje en el aparcamiento no solo sirvió para aliviar la tensión antes de la carrera, sino que también mostró el lado más humano y divertido de los competidores de la Fórmula 1.
