La Guardia Civil de Tráfico tiene que vigilar y controlar muchos frentes en la carretera: los límites de velocidad, el consumo de alcohol y drogas, las maniobras imprudentes de muchos conductores, si los conductores profesionales respetan los tiempos de conducción y descanso… Poco a poco, suman tecnología a sus herramientas para hacer más sencillo el día a día y reforzar la seguridad vial.
Bajo esa premisa han incorporado 30 nuevos dispositivos DSRC que permiten detectar de forma remota y sin detener el vehículo las irregularidades que se producen en los tiempos de descanso de los conductores profesionales. No es una tecnología nueva, pero no se había implantado a este nivel. Sin embargo, ahora el Ministerio de Transportes ha adquirido 30 nuevos dispositivos con el respaldo de los fondos NextGenerationEU.
Permitirán supervisar si los autobuses, camiones o furgonetas cumplen con la normativa vigente, y la realidad es que ya tenemos las primeras sanciones por no cumplirlo. Ha ocurrido en Aragón, pues la Guardia Civil tiró de estos dispositivos para confirmar que el conductor implicado en un accidente no cumplía con las normas.
Así funciona el nuevo sistema de vigilancia de la Guardia Civil

Los nuevos dispositivos DSRC (por sus siglas en inglés Dedicated Shor Range Communication) permiten acceder de forma remota a los datos del tacógrafo inteligente que es obligatorio desde 2019 en todos los vehículos de nueva matriculación. Tienen incorporada una antena que es la que permite la comunicación a distancia con los dispositivos que ya utiliza la Guardia Civil. Y la gran ventaja es que se puede revisar en circulación y no es necesario dar el alto a ningún conductor.
¿Y qué información se puede consultar? Los datos que recoge, como los tiempos de conducción y descanso, posibles manipulaciones del sistema o un uso fraudulento de tarjetas de otros conductores. Si todo está en orden, el vehículo puede continuar su trayecto. Pero si el sistema detecta alguna irregularidad, los agentes pueden proceder a una revisión y a las consiguientes multas si corresponden.
La gran ventaja es que es un software diseñado por la Dirección General de Transporte por Carretera y Ferrocarril, y tiene tecnología propia. Por tanto, se puede adaptar muy bien a las nuevas necesidades o normativas sin depender de actualizaciones de terceros. Es uno de los puntos más importantes para la Guardia Civil de cara al futuro.
Y también es un sistema pasivo y no intrusivo, así que se puede aplicar a gran escala sin interferir en la fluidez del tráfico y sin necesidad de hacer un control físico en la carretera.
Por qué es un avance tan importante

Quizá te preguntas por qué es necesario este nivel de control, y es que la realidad es que hay transportistas (y empresas) que falsean los registros del tacógrafo para alargar las jornadas más allá de lo que permite la ley. Y lógicamente es un riesgo para la seguridad vial. El mejor ejemplo es un accidente que ocurrió hace unos meses en Aragón, cuando el conductor de un camión se vio envuelto en un accidente.
La Guardia Civil verificó los datos del tacógrafo con uno de los nuevos dispositivos y confirmó que no había cumplido con los descansos obligatorios por ley. Y además estaba utilizando la tarjeta de otro profesional, lo que significa que está acusado por un delito de falsedad documental. A las empresas responsables también les pueden caer multas de hasta 4.000 euros y la inhabilitación para ejercer como gestores de transportes.
Por tanto, la nueva adquisición de la Guardia Civil es una de las mejor opciones para detectar fraudes e infracciones con menos recursos. Y también funcionan como elementos disuasorios, porque ahora un agente puede controlar el tacógrafo sin necesidad de pararte en un control.