Le hemos dado ya la bienvenida al otoño con temperaturas más bajas, días más cortos y también un nuevo reto para tu coche. Los mecánicos ya avisan de cuáles son las averías más comunes en esta época del año, sobre todo si no lo has cuidado como tocaba durante el verano.
Es más, los talleres oficiales coinciden en que septiembre y octubre son los meses en los que reciben más vehículos por problemas que, en la mayoría de los casos, se podrían haber evitado con un buen mantenimiento. La factura puede llegar hasta los 3.000 euros, y lo peor es que afectan tanto a turismos recientes como a modelos con más años de antigüedad.
Las averías más frecuentes en otoño, según los mecánicos

La primera avería de la lista de los mecánicos tiene que ver con la batería. Es normal que después de las temperaturas extremas del verano aparezcan los fallos ahora que baja la temperatura, porque las baterías también son muy sensibles al frío. Cambiarla no te va a costar demasiado —entre 100 y 180 euros—, pero ojo como no hagas el mantenimiento preventivo y provoque alguna avería en la electrónica del vehículo.
El segundo fallo habitual está relacionado con el radiador y el líquido refrigerante. Después de meses de calor y muchas horas al sol, es normal que el nivel y las propiedades del refrigerante se resientan. Y lo que muchos conductores pasan por alto es que un motor sobrecalentado puede provocar la rotura de la culata. Lo que en un principio era una ‘simple’ revisión de 70 euros, puede terminar en una avería de hasta 3.000.
Otro clásico del otoño es el sistema de calefacción. Después de varios meses sin utilizarlos, es normal que en los primeros días de frío aparezca algún que otro fallo. Los mecánicos advierten que suele haber algún radiador obstruido o resistencias dañadas en el cristal trasero. Según el modelo de coche, puede costar entre 140 y 400 euros.
Los limpiaparabrisas también están en el top de averías. Si las gomas están muy desgastadas o se han acumulado hojas secas, te puedes quedar sin nada de visibilidad en mitad de una tormenta. Al final, cambiar las escobillas no pasa de los 20 euros, pero si dañas el sistema completo vas a terminar pagando hasta 200.
Por último, una de las averías más temidas por los conductores (y hasta por los mecánicos) está relacionada con la lubricación del motor. El arranque en frío y los cambios bruscos de temperatura hacen que el aceite degradado pierda propiedades justo cuando más se necesita. ¿Y cuál es la conclusión? Un desgaste acelerado de las piezas móviles y hasta que el motor termine gripado. Si esto ocurre, la factura no va a bajar de los 2.000 euros.
Cómo prevenir averías y evitar que la factura se dispare

Los mecánicos avisan de que el principal ‘secreto’ para no tener que terminar en el taller este otoño es hacer el mantenimiento cuando toca. Haz una revisión sencilla estas semanas, porque así detectarás alguna pequeña fuga en el radiador, una batería con un voltaje bajo o que el nivel de aceite está más bajo de lo que debe.
Respeta siempre los plazos de mantenimiento que indique el fabricante con los cambios de aceite, del refrigerante, la batería o las escobillas del limpiaparabrisas. Al final, las marcas calculan estos tiempos con algo de margen para evitar averías.
Y también puedes adoptar algunos buenos hábitos en otoño, palabra de mecánico:
- Arranca con suavidad cuando bajan las temperaturas.
- No comiences la marcha nada más arrancar. Espera unos 30-40 segundos, sobre todo si llevas varios días sin coger el coche.
- Enciende la calefacción unos minutos antes de salir a carretera.
- Comprueba los niveles de líquido y no apures los cambios de aceite.