En los últimos años, la popularidad de los coches diésel ha venido acompañada de una serie de problemas específicos, y quienes mejor conocen estos desafíos son los mecánicos. Uno de ellos, famoso en Instagram por su forma de explicar averías comunes y brindar consejos prácticos, ha lanzado una advertencia a todos los propietarios de coches diésel: la acumulación de carbonilla en el colector de admisión es un problema que puede volverse inevitable.
Este especialista, conocido como miquelturbo, afirma que esta acumulación es un problema grave que no afecta a los coches de gasolina, pero que está prácticamente garantizado en cualquier vehículo diésel tras varios años de uso. Además, es una falla que puede terminar provocando un daño severo en el motor y su arreglo parece casi imposible de hacer.
¿Cuál es el problema usual que tienen los coches diésel?
La acumulación de carbonilla es uno de los mayores enemigos de los motores diésel modernos. En el caso de este BMW, el mecánico explica cómo el colector de admisión estaba completamente obstruido con una mezcla de partículas que incluía hasta pequeñas piedras. Con esta acumulación de suciedad, el colector pesaba de tres a cuatro kilos más de lo normal.
Este tipo de avería no solo impide el correcto flujo de aire en el motor, sino que representa una amenaza para el funcionamiento general del coche. Al no entrar el aire necesario en el motor, el sistema de combustión no trabaja de manera óptima, lo cual puede derivar en problemas graves, como la pérdida de potencia o incluso el daño irreversible del motor.
Los problemas que genera esta falla en los coches diésel
Este problema puede permanecer oculto hasta que el vehículo comienza a perder potencia de forma notable. En el peor de los casos, el motor podría llegar a romperse si la obstrucción es tan severa que impide cualquier entrada de aire, lo cual representa un riesgo considerable tanto para el vehículo como para la seguridad del conductor.
Además, el inconveniente no siempre se soluciona simplemente limpiando el colector de admisión. En ocasiones, la acumulación de carbonilla es tan intensa que la limpieza no es suficiente para devolver la funcionalidad al sistema. El mecánico de Instagram explica que en estos casos la única solución viable es reemplazar el colector por uno nuevo, lo que implica un gasto considerable para el propietario. Para muchos conductores de coches diésel, esta noticia puede ser preocupante, ya que se trata de una reparación costosa que no es fácil de prever ni de evitar.
