El sector de la producción automotriz en España enfrenta un panorama desafiante. En mayo, la fabricación de vehículos experimentó una notable reducción del 11,7%, traduciéndose en 220.407 unidades producidas. Esta contracción no es un mero bache, sino un reflejo de una serie de factores interconectados que están transformando la industria a nivel global.
Esta caída en la producción automotriz nacional se atribuye, en gran medida, a la necesaria pero compleja adaptación de las líneas de producción a la creciente demanda de vehículos electrificados. Además, la ralentización económica en los principales mercados europeos, destinos clave para las exportaciones de vehículos fabricados en España, ejerce una presión adicional sobre el sector.
Según los datos publicados por ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), el acumulado anual, que abarca los primeros cinco meses del año, revela que se han producido 1.004.830 vehículos. Si bien superar el millón de unidades puede parecer un logro, la realidad es que se ha registrado una caída del 9,7% en comparación con el mismo período del año anterior, lo que equivale a 108.416 vehículos menos fabricados. Esta tendencia descendente exige una reflexión profunda sobre las estrategias a seguir para revitalizar la industria.
Análisis detallado por tipo de vehículo: Turismos Vs. vehículos comerciales
Al analizar la producción automotriz por tipo de vehículo, se observa una clara disparidad. Los turismos son los que han sufrido el mayor impacto negativo, con una caída del 14,5% en mayo, alcanzando las 178.360 unidades producidas. Esta disminución podría estar relacionada con la incertidumbre de los consumidores ante la transición hacia la movilidad eléctrica y las restricciones de acceso a las ciudades para los vehículos más contaminantes.
En contraste, los vehículos comerciales e industriales muestran un comportamiento más resiliente, registrando un aumento del 2,7% en la producción, con un total de 42.047 unidades. Este crecimiento podría estar impulsado por el auge del comercio electrónico y la necesidad de empresas y autónomos de renovar sus flotas para adaptarse a las nuevas normativas ambientales.
Exportaciones automotrices: Un descenso preocupante y sus destinos clave
Las exportaciones automotrices españolas también reflejan una tendencia preocupante. En mayo, se registró una caída del 17% en comparación con el año anterior, lo que se traduce en 185.354 unidades exportadas. El acumulado anual muestra una disminución del 13,8%, con 849.057 unidades exportadas en 2025, es decir, 136.228 vehículos menos que el año anterior.
La dependencia de los mercados europeos como principales destinos de exportación es un factor de riesgo para la producción automotriz española. Alemania (18,8%) y Francia (17%) siguen siendo los principales compradores de vehículos españoles, seguidos de Reino Unido (12,7%), Turquía (10,8%) e Italia (10%). La diversificación de los mercados de exportación se presenta como una estrategia clave para mitigar los efectos de las fluctuaciones económicas en Europa.
La transición energética: Vehículos alternativos y el ascenso de los híbridos
La producción automotriz española está experimentando una profunda transformación impulsada por la transición hacia la movilidad sostenible. En mayo, los vehículos alternativos (gas natural, GLP, híbridos convencionales, híbridos enchufables y eléctricos) representaron el 37,6% de la producción total, con un aumento del 21,9%, sumando un total de 82.887 unidades producidas.
Dentro de los vehículos alternativos, los electrificados (BEV y PHEV) alcanzaron las 21.164 unidades en mayo, con un crecimiento del 6%. Este tipo de vehículos representan el 9,6% del total de vehículos producidos, lo que supone un incremento de 1,6 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, la evolución es dispar: los BEV experimentan caídas notables, mientras que los PHEV muestran una tendencia al alza.
Los híbridos convencionales continúan liderando la producción de vehículos alternativos, con una cuota del 26,3% en mayo, alcanzando las 58.017 unidades producidas, lo que supone un incremento del 26,5%. La popularidad de los híbridos podría deberse a su menor precio y a la ausencia de problemas de autonomía en comparación con los vehículos eléctricos puros.
