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lunes, 25 agosto 2025

Así trabaja la máquina que mueve carriles en el puente más famoso de Nueva Zelanda

Una máquina que sorprende tanto por su eficiencia como por la precisión con la que transforma la configuración del tráfico. Este sistema, de gran ingenio, ha llamado la atención de las redes sociales tras viralizarse un video donde se observa a un peculiar camión moviéndose lentamente sobre el puente del puerto de Auckland. En las imágenes, parece como si este vehículo «devorara» una fila de bloques de hormigón para luego depositarlos unos metros más allá, alterando la distribución de los carriles.

La Agencia de Transporte de Nueva Zelanda explicó que esta máquina, equipada con dos motores y un sistema de movimiento similar al de un cangrejo, recoge simultáneamente hasta 16 bloques de 750 kilogramos cada uno y los reubica según las necesidades del tráfico. Este sistema permite que el puente se adapte dinámicamente a los flujos vehiculares, otorgando más carriles a la dirección que enfrenta mayor congestionamiento en determinados momentos del día.

Los antecedentes de las máquinas que trabajan en el puente de Nueva Zelanda

Los antecedentes de las máquinas que trabajan en el puente de Nueva Zelanda

Aunque para muchos este mecanismo es una innovación fascinante, no es ni nuevo ni exclusivo del puente de Auckland. Las llamadas «máquinas de transferencia de barreras» o «camiónes con cremallera» han estado operando en esta infraestructura desde 1990. Su concepto se originó como una medida de seguridad después de que el sistema anterior, basado en luces para invertir el sentido de los carriles, resultara insuficiente. Entre 1984 y 1988, ocurrieron 10 muertes por colisiones frontales en el puente, lo que llevó a la implementación de estas barreras físicas que reducen significativamente el riesgo de accidentes.

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El diseño original de este sistema operó durante 19 años antes de ser reemplazado en 2009 por una versión mejorada. Actualmente, la máquina puede mover las barreras a una velocidad de hasta 16 kilómetros por hora y reconfigurar el tramo completo del puente, que mide 2,2 kilómetros, en tan solo 20 minutos. Este nivel de eficiencia ha convertido al puente del puerto de Auckland en un modelo a seguir para otras ciudades que enfrentan retos similares en la gestión del tráfico.

No es solo en Nueva Zelanda: las otras ciudades dónde se utiliza este sistema

No es solo en Nueva Zelanda: las otras ciudades dónde se utiliza este sistema

Sin embargo, no todos los observadores han quedado impresionados. Algunos críticos han sugerido que las luces o señales electrónicas podrían cumplir la misma función sin necesidad de un sistema tan complejo. No obstante, la experiencia en Auckland demuestra que las barreras físicas ofrecen una seguridad incomparable, especialmente en infraestructuras donde los riesgos de colisiones son altos.

Este innovador sistema también opera en ciudades como Sídney, San Francisco y San Diego, donde las «máquinas con cremallera» han demostrado ser soluciones efectivas y confiables. La tecnología, aunque sencilla en su concepto, simboliza cómo una adaptación inteligente puede transformar problemas complejos en soluciones prácticas. En un mundo donde el tráfico es un desafío constante, la maquinaria del puente de Auckland es un recordatorio de que, a veces, las soluciones más visibles son también las más efectivas.

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