La electrificación de la movilidad en Europa no avanza al mismo ritmo en todos los países ni en lo que se refiere al número de vehículos que circulan por las carreteras ni tampoco en la implantación de la infraestructura de carga.
La Europa de dos velocidades en materia de electrificación es una realidad que se puede constatar con solo abrir el mapa interactivo que acaba de poner en marcha la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA). Una herramienta que tiene como objetivo servir de guía para que los políticos, las empresas y los profesionales del sector de automoción puedan tener datos recientes sobre el progreso de la electrificación para tomas sus decisiones.
Los indicadores clave de la electrificación
El mapa de ACEA es una herramienta dinámica, que se actualiza periódicamente con datos nuevos y que permite acceder a indicadores clave como nuevas matriculaciones de vehículos electrificados, infraestructura de carga, vehículos actualmente en las carreteras y precios de carga, lo que permite seguir con precisión la evolución de la transición hacia la electrificación. Tener datos más fiables ayudará a impulsar la toma de decisiones inteligentes, garantizando que las políticas reflejen con precisión la realidad, explican desde ACEA.

«La transición a la movilidad de cero emisiones evidentemente no va al ritmo que se esperaba cuando se establecieron inicialmente los ambiciosos objetivos en un contexto político muy diferente. Los fabricantes de vehículos están contribuyendo al suministrar una gama diversa de vehículos de cero emisiones, pero no podemos afrontar este reto solos. Hemos desarrollado esta herramienta para ofrecer una visión precisa y fiable de la electrificación y de la adopción de las cero emisiones en Europa, y para ayudar a impulsar la toma de decisiones que refleje la preocupante realidad actual de la transición», ha explicado Sigrid de Vries, directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
Desigualdades en Europa
Según los datos de ACEA, la cuota de mercado de los coches eléctricos a batería experimentó su primera caída en Europa en 2024, pasando del 14,6% al 13,6%, una disminución de casi el 6% en las unidades vendidas.
El mapa de ACEA, por ejemplo, refleja de forma clara cómo la cuota de coches nuevos electrificados en el primer trimestre del año se quedó en España en el 14,2% mientras en países como nuestro vecino Portugal alcanzó el 32,3%. Las mejores cifras de adopción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables este año las sigue presentando Noruega, donde un 95,2% de las compras pertenece a este tipo de vehículos.
Por lo que respecta a los cargadores, se estima que se necesitan 8,8 millones de puntos de para alcanzar el objetivo previsto por Europa en 2030, pero hoy en día solo hay unos 880.000 en la UE. Llegar a esa cifra supondría aumentar la infraestructura actual diez veces en cinco años.
De media, hay un punto de carga público por cada cinco coches eléctricos de batería en la UE, aunque la proporción aumenta significativamente si se tienen en cuenta los híbridos enchufables y las furgonetas.

El precio de las redes públicas de recarga también difiere mucho de unos países a otros y el coste de recarga suele ser mayor que la equivalencia con los modelos con motor de combustión en la mayoría de los países europeos. Por ejemplo, mientras en España el precio medio del kWh es de 0,39 euros, en nuestro país vecino, Portugal, se eleva a 0,65 euros de media y en otros territorios como Países Bajos o Italia escala hasta los 0,72 y 0,69 euros kWh respectivamente. En este sentido, España es el país con el precio más bajo de toda la UE.