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Manuel San Martín y los VW eléctricos: «La tecnología del futuro más cercano»

Diez de la mañana, Madrid, circuito de pruebas del INTA, en plena ola de calor en toda España y delante de mí la gama de eléctricos de Volkswagen aguardando para intentar convencerme de que estamos ante la tecnología del futuro más cercano en el mundo del motor.

No parecen 'naves espaciales'

De entrada me sorprende el hecho de que los Golf y Up eléctricos parecen… Golf y Up. Al contrario que otros fabricantes de eléctricos empeñados en crear vehículos que parezcan naves espaciales, Volkswagen opta por mantener la misma estética que en sus primos a combustión. De hecho, más allá de pequeños detalles estéticos aquí y allá, a distancia es casi imposible diferenciarlos. Si algo funciona para qué cambiarlo…

Comienzo mi jornada con el Golf GTE en el anillo de velocidad así, sin calentamiento previo. Pude probar los distintos modos de conducción, acelerando sólo en modo eléctrico o con su espectacular modo GTE en el que el coche entrega más de 200 CV combinando sus motores y ofrece altas sensaciones deportivas a pesar del sobrepeso de las baterías respecto a versiones de combustión. El coche se mantiene en la línea de la infinita curva del anillo a 180 km/h con una facilidad pasmosa, casi irreal para un neófito en estas situaciones.

e-up!, perfecto como segundo coche

Disimulando el tembleque en las piernas y con el corazón todavía bombeando adrenalina nos dirigimos hacia el simpático e-up¡ el cual es únicamente eléctrico y presenta una autonomía de 160 kms, lo que junto a su tamaño lo condicionan para un uso urbano preferentemente como segundo coche familiar. El coche es muy manejable y coqueto y sus sistemas de recuperación de energía en cuestas y frenadas nos demuestran que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma en reservas extra para sus baterías.

Sorprende sin duda la capacidad de aceleración de los coches eléctricos ya que al tener la entrega de par lineal salen disparados, como pudimos ver en las divertidas 'drag races' entre el modelo eléctrico y el de gasolina, humillando constantemente el primero al segundo a pesar de los 240 kilos de equipaje extra que suponen las baterías.

e-Golf, va sobre railes

Turno después para el e-Golf, con una filosofía parecida a la del e-up¡ pero trasplantada al superventas alemán. En la prueba de eslalon la plataforma MQB no parece acusar los más de 300 kilos de diferencia que puede haber con un TSI de similar potencia y el coche va sobre railes entre los conos, incluso llevado por manos inexpertas como las mías.

Y por fin llegó la traca final, la competición en el ratonero circuito de pruebas, de nuevo con el GTE en el que tuvimos que cambiar un poco el chip al que estamos (¿mal?) acostumbrados en nuestra conducción del día a día para conseguir ir lento en las rectas y rápido en las curvas, tratar de llevar una velocidad lo más estable posible durante todo el trazado para así conseguir el consumo más bajo dentro de un límite de tiempo.

Golf GTE, lo mejor de dos mundos

La primera parte de la ecuación parecía sencilla y la segunda… Resultó serlo también porque un Golf es un Golf y si es híbrido… sigue siéndolo, el coche de nuevo obedecía a los volantazos con la única protesta del sonido de los neumáticos y una sensación de seguridad pasmosa sobre todo para alguien como yo que no está acostumbrado a estas alegrías. Todo el aplomo y estabilidad que podemos esperar de un GTI están presentes; en ningún momento en los revirados giros existe el más mínimo atisbo de algo que no sea disfrutar al volante.

En mi opinión el Golf GTE en su condición de híbrido ofrece lo mejor de los dos mundos, ya que se puede combinar el ahorro de su modo eléctrico con una autonomía superior al funcionar también con gasolina y todo esto con prestaciones de auténtico GTI. Sin duda por todo ello es el coche que más me cautivó, es el coche de la prueba que usaría hoy en día tanto a diario como para una escapada divertida.

En cuanto al e-Golf y al e-up¡, cada uno con su personalidad y sus cualidades son coches muy aprovechables pero que se enfrentan al principal obstáculo hoy en día para los eléctricos puros que no es otro que la autonomía. Esto hace que estén destinados para un público muy concreto que sepa lo que está comprando y el uso que le va a dar, pero no me cabe duda de que a medio plazo cuando aumente la capacidad y velocidad de carga de las baterías y se realice la necesaria inversión por parte de las Administraciones en estaciones de recarga, podremos seguir disfrutando de conducir pero a un coste más bajo y sobre todo con cero emisiones.