El número de accidentes de tráfico en el que hay animales envueltos se ha duplicado en solo 10 años, y la DGT ha lanzado una guía en la que se analizan las medidas adoptadas alrededor del mundo para tratar de reducirlos. El documento es un plan de acción que incluye información, experiencias y resultados de las diferentes soluciones que se han tomado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Vamos a desgranar todo lo que contiene este manual para que la próxima vez que cojas el coche, sepas exactamente a qué te enfrentas y cómo puedes evitar el peligro.
3Cómo evitar el choque con un animal

Aunque las administraciones pongan vallas y señales, la última barrera de seguridad eres tú y tu forma de conducir. La DGT también ha hecho una serie de recomendaciones para los conductores.
Los animales salvajes no tienen nuestro horario. Sus momentos de máxima actividad suelen coincidir con el amanecer y el atardecer, justo cuando la luz es más escasa y nuestra visibilidad se reduce. En esas horas, y sobre todo en zonas señalizadas, debes levantar el pie del acelerador y estar muy atento. Adaptar tu velocidad a las condiciones te dará esos segundos extra que necesitas para frenar a tiempo. Presta especial atención a zonas boscosas, con poca visibilidad o cerca de ríos, donde los animales acuden a beber.
Cuando conduzcas de noche por una vía sin iluminar, usa las luces largas siempre que sea posible. Te permitirán ver mucho más lejos y detectar los ojos brillantes de un animal a una distancia segura. No obstante, hay un matiz muy importante. Si detectas un animal en la calzada o en el arcén, cambia a las luces de cruce de inmediato. La luz larga lo puede deslumbrar y hacer que se quede paralizado en medio de la carretera, justo en tu trayectoria. Una luz más tenue le facilita entender por dónde viene el peligro y le da la oportunidad de escapar.
A veces, por mucho que extremes la precaución, el animal aparece de la nada y el choque es inevitable. En esa situación límite es crucial saber cómo actuar. La recomendación es no dar un volantazo brusco. Intentar esquivar al animal puede hacer que pierdas el control del coche, invadir el carril contrario y tener un accidente mucho más grave contra otro vehículo o salirte de la vía.
Aunque suene duro, en una situación como ésta es preferible una colisión controlada. Sujeta el volante con firmeza, frena a fondo y prepárate para el impacto. Una vez que el coche se haya detenido en un lugar seguro, ponte el chaleco reflectante antes de bajar, señaliza el vehículo con los triángulos o la luz V-16 y llama inmediatamente al 112 para informar del accidente y de la posible existencia de un animal herido en la calzada, que supone un peligro para otros conductores. Y nunca te acerques a un animal herido porque puede reaccionar de forma agresiva por el dolor y el miedo.
Esta nueva guía de la DGT es un esfuerzo conjunto donde las administraciones mejoran la infraestructura y tú, como conductor, pones la atención y la prudencia.