El verano es la época del año en la que más se viaja por carretera en España. Miles de familias aprovechan las vacaciones para desplazarse hacia la playa, la montaña o el pueblo, y esto convierte los meses estivales en los de mayor densidad de tráfico. Solo en julio y agosto de 2025, la DGT estimó casi 95 millones de desplazamientos de largo recorrido, una cifra que pone a prueba la paciencia de los conductores y la seguridad vial de todos.
Sin embargo, la temporada estival también concentra un aumento considerable en la siniestralidad. El calor, las prisas, la fatiga y ciertas costumbres equivocadas al volante hacen que los accidentes crezcan hasta un 20 % en comparación con otros meses. Lo preocupante es que muchos de estos errores se repiten cada verano y, en la mayoría de los casos, se pueden evitar con un poco de precaución y sentido común.
3Los neumáticos, grandes olvidados en verano

Las ruedas son el único punto de contacto entre el coche y el asfalto, y en verano sufren más que nunca. Las altas temperaturas, el peso extra del equipaje y los largos trayectos hacen que un neumático con presión baja o con desgaste excesivo se convierta en una bomba de relojería. Aun así, son muchos los conductores que salen de viaje sin revisar este elemento esencial.
La recomendación es comprobar siempre la presión antes de iniciar un trayecto largo, ajustándola al peso extra que llevará el vehículo. Conviene recordar que es preferible un ligero exceso de presión a quedarse corto, ya que la falta de aire provoca sobrecalentamiento y puede acabar en un reventón. En pleno verano, con temperaturas que superan fácilmente los 35 grados, ese riesgo aumenta considerablemente.