Mantener el coche bien limpio es una tarea que requiere tiempo y dedicación. Esta labor se intensifica cuando el automóvil se enfrenta a jornadas en la calle o se queda aparcado varios días a la intemperie durante nuestras vacaciones. La pregunta que muchos conductores se hacen es: ¿La lluvia ayuda o perjudica la limpieza de nuestro carro? La respuesta puede sorprenderte.
Más allá de los temores habituales de que nos puedan robar o rayar el coche, existen otras amenazas constantes. El polvo, el polen que cae de la vegetación circundante, la resina de los árboles, los excrementos de pájaros y las gotas de la lluvia son algunos de los principales enemigos de la limpieza del coche. Además, todos los insectos que se acumulan en los faros, la parrilla y la luna delantera después de un viaje por carretera, especialmente en verano, contribuyen a ensuciarlo considerablemente.
El mito de la lluvia limpiadora de nuestro coche

Existe la creencia popular de que la lluvia puede ser una solución para eliminar la suciedad acumulada en el coche. Sin embargo, la realidad es distinta. La lluvia, incluso si viene relativamente limpia, tiende a mezclar la capa de polvo y polen, formando una especie de pasta que deja el automóvil peor que antes. Además, una vez que estos elementos se secan, suelen quedar más adheridos a la carrocería, haciendo más difícil su eliminación.
No obstante, hay una excepción en la que puede ser beneficiosa: cuando el carro tiene restos de insectos o excrementos de pájaro. En estos casos, los expertos en limpieza aconsejan que una buena tormenta puede actuar como un pre lavado. Esto se debe a que la gotas de agua que caen tienden a reblandecer los residuos, disminuyendo el riesgo de que métodos más agresivos dañen la capa de barniz de la pintura del coche. Lo ideal es, después de que llueva, realizar un lavado completo para eliminar los restos suavizados.
La importancia de un buen lavado de coche post lluvia y cómo hacerlo correctamente

Lavar el coche en la vía pública está prohibido en España, por lo que es importante contar con un espacio privado para realizar esta tarea. Se recomienda utilizar agua con un jabón específico para coches y una esponja blanda. Después del aclarado, es fundamental secar todo con una bayeta de microfibra para recoger la posible suciedad residual sin rayar la chapa. En caso de no disponer de un espacio privado, una opción efectiva es la pistola de agua a presión, que también puede servir para un pre lavado rápido.
Para las lunas del coche, lo mejor es usar limpiacristales después de que la lluvia o el agua a presión hayan eliminado la suciedad más gruesa. Utilizar papeles de periódico para secar puede ofrecer un mejor resultado que una bayeta. En cuanto a la carrocería, es importante tener cuidado con los túneles de lavado, ya que muchos coches presentan micro rayas producto del uso acumulado de estos sistemas. Para eliminar estas rayas, si no son muy profundas, es necesario realizar un pulido a la carrocería. Todo esto te servirá sin importar si conduces un Audi o un automóvil de gama más baja.