¿Acabas de cumplir los 18 años y estás pensando en sacarte el carnet de conducir? O quizá has superado la mayoría de edad hace tiempo y te apetece apuntarte a la autoescuela para tener más libertad y autonomía. Sea cual sea tu situación, ármate de paciencia, porque las listas de espera han llegado a Tráfico para quedarse.
De hecho, en algunas comunidades autónomas tardas más en sacarte el carnet de conducir que en programar una operación de hernia, resolver algunos trámites judiciales y hasta alquilar una vivienda en una gran ciudad (y ya es decir). Lo que hace unos años era una gestión relativamente sencilla y rápida, hoy se puede alargar durante meses. Y no por pereza ni torpeza, sino porque faltan profesores, examinadores y plazas, y ‘sobran’ aspirantes.
Cada año, más de dos millones de personas se apuntan a la autoescuela, y el sistema actual ya no da más de sí. Es más, se ha intentado reforzar el sistema con interinos y soluciones tecnológicas, pero ni así han conseguido desatascar la situación. ¿El resultado? Listas de espera interminables, jóvenes y profesores frustrados, y todo un sector en jaque.
2Un servicio público colapsado

Dar el paso de apuntarse a la autoescuela para sacarse el carnet de conducir suele ser uno de los primeros pasos al cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, miles de personas quieren obtenerlo a una edad más avanzada para acceder a un puesto de trabajo, presentarse a una oposición o simplemente tener más autonomía.
Uno de los grandes problemas está en que hay muchos conductores que aprueban la parte teórica y si no consiguen fecha para el práctico en el plazo correspondiente, caduca el aprobado y tienen que volver a empezar el proceso. Y en verano, la situación todavía es peor. La demanda se concentran en los meses de junio y julio, pero hay muchas autoescuelas que cierran sus puertas en agosto; y en algunas comunidades ni siquiera hay exámenes ese mes.
Cuando llegue septiembre, la situación será más crítica aún, porque los primeros serán los que se quedaron sin plaza en julio. Y todos los que se apunten durante la vuelta de la rutina, pasarán al final de la lista y la bola será cada día más grande.
Por tanto, una de las soluciones que está encima de la mesa pasa por ampliar horarios, permitir exámenes por la tarde e incluso los sábados. También instaurar un modelo mixto público-privado, como el portugués, que permitiría agilizar procesos de obtención del carnet sin perder control institucional.