La carrocería del coche es la más expuesta a los elementos, y eso es algo que a menudo supone un problema. Estacionas tu vehículo por un momento bajo la sombra de un árbol, y al regresar, es muy posible que encuentres un “recuerdo” no muy grato de algún pájaro. Esa mancha blanquecina, a veces con toques oscuros, puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza si no actúas con rapidez, ya que los excrementos son uno de los enemigos más comunes de la pintura del coche, y pueden dejar una marca permanente si no se tratan de forma adecuada.
¿Cómo puedes eliminar estos residuos sin estropear la pintura? Este es el secreto para que tu coche vuelva a lucir como nuevo, y sin dejar ni rastro.
Un peligro para la carrocería de tu coche

Los excrementos de pájaro son muy corrosivos, y pueden afectar a la carrocería, en especial a la pintura de tu coche. La razón principal reside en su composición. Están llenas de sustancias como el ácido úrico, que al entrar en contacto con la carrocería pueden empezar a degradar la capa protectora hasta llegar incluso al metal.
Pero el problema no acaba ahí. Imagina que es un día caluroso y el sol incide directamente sobre tu coche. El calor hace que la pintura se caliente y se expanda. Si hay un excremento de pájaro sobre ella, este se seca y se endurece, contrayéndose al mismo tiempo que la pintura se enfría por la noche. Esta constante expansión y contracción, con el excremento adherido, puede causar un grabado permanente en la superficie, dejando una marca que, por mucho que intentes limpiar, ya no se irá. Por eso, cuanto más rápido actúes, menos probabilidades tendrás de sufrir daños irreparables en la carrocería de tu coche.
El truco para eliminar los excrementos sin dejar rastro

Lo bueno es que hay un truco que te permitirá decir adiós a esas manchas sin dañar la carrocería. La clave está en la rehidratación y la suavidad. Olvídate de frotar con fuerza o de usar productos abrasivos. Eso solo conseguirá extender el daño y rayar la pintura.
El método más eficaz y seguro consiste en ablandar el excremento antes de intentar retirarlo. Y para ello, no necesitas complicados productos químicos ni herramientas especiales. De hecho, es muy probable que tengas en casa lo que necesitas para limpiarlo de forma eficaz:
- Agua tibia o caliente: No hirviendo, pero sí lo suficientemente caliente para que ayude a ablandar la mancha.
- Un paño de microfibra o una bayeta suave: Es fundamental que sea un material que no raye la pintura. Evita las toallas rugosas o estropajos.
- Un pulverizador (opcional): Si tienes uno, te resultará más cómodo para aplicar el agua.
- Jabón neutro: Si la mancha es muy grande o lleva mucho tiempo, un poco de jabón específico para coches puede ayudar.
Cómo limpiar los excrementos de la carrocería paso a paso

- No frotes, ablanda: Si ves un excremento de pájaro seco y duro, resiste la tentación de frotar o rascar. Lo único que conseguirás es arrastrar partículas duras que rayarán la pintura. Lo primero que debes hacer es rehidratarlo.
- Aplica agua con paciencia: Moja el paño de microfibra en agua tibia. Si tienes un pulverizador, llénalo con agua y rocía generosamente sobre el excremento. El objetivo es que la mancha se empape bien. Deja que el agua actúe durante unos 10 minutos, dependiendo de lo seca y pegada que esté la mancha..
- Retira con suavidad: Una vez que el excremento esté bien empapado y blando, coloca el paño húmedo sobre la mancha. No frotes, solo desliza el paño con una ligera presión en una sola dirección, levantando el excremento. Hazlo poco a poco, con movimientos suaves y controlados. Si la mancha es grande, puedes ir doblando el paño para usar una sección limpia y evitar extender la suciedad.
- Enjuaga y seca: Una vez que hayas retirado la mayor parte del excremento, enjuaga la zona con agua limpia para eliminar cualquier residuo. Por último, seca la superficie con un paño de microfibra limpio y seco. Esto evitará que queden marcas de agua.
La clave para mantener tu carrocería libre de las «huellas» de nuestros amigos emplumados es la paciencia, la suavidad y la rapidez. Así que la próxima vez que te encuentres con una de estas «sorpresas», ya sabes qué hacer para que tu coche vuelva a estar impecable.