comscore
domingo, 28 septiembre 2025

Ley de Propiedad Horizontal: tu plaza de garaje no puede usarse libremente, solo en estos 3 casos permitidos

Aunque un garaje sea un bien privativo, no puedes utilizarlo para cualquier fin y tienes que cumplir con lo que contempla la Ley de Propiedad Horizontal.

Tener una plaza de garaje en propiedad, ya sea en tu comunidad de vecinos o en cualquier otro aparcamiento comunitario, no te da derecho a hacer todo lo que quieras en ella. La Ley de Propiedad Horizontal es la que delimita lo que puedes y no hacer en ese espacio, y la norma a la que deberías acudir si tienes algún conflicto con algún vecino.

El principal error es asumir que, al ser un espacio de uso privativo, la puedes destinar a cualquier actividad, ya sea almacenar muebles o montar allí un pequeño taller para reparar tu coche y hacer tareas de mantenimiento. Nada de eso. Aunque el garaje forme parte de tu propiedad, está amparado por las reglas de convivencia de la comunidad y la norma que regula este tipo de espacios.

Por ejemplo, el artículo 1 de la Ley de Propiedad Horizontal, en relación con el artículo 396 del Código Civil, establece la naturaleza jurídica de estos locales y cómo se integran en un régimen de copropiedad. Por tanto, el derecho individual está limitado por las obligaciones comunes y, en el caso de los garajes, solo hay tres usos permitidos.

Publicidad

Qué dice la Ley de Propiedad Horizontal sobre los garajes

ley de propiedad horizontal garaje
Fuente: propia / IA

Antes de hablar de restricciones, primero hay que partir de la propia definición legal. La Ley de Propiedad Horizontal regula una forma especial de propiedad en la que coexisten elementos privados —pisos, locales o plazas de garaje— con elementos comunes, como accesos, rampas, ascensores o instalaciones de ventilación. Es decir, aunque la plaza en sí tenga dueño, está rodeada de elementos compartidos que limitan su uso.

El artículo 396 del Código Civil establece que los garajes tienen la consideración de locales, siempre que sean susceptibles de aprovechamiento independiente y tengan salida a un elemento común o a la vía pública. Por tanto, tiene un carácter de propiedad separada, pero siempre con una cuota de participación en los gastos conjuntos del edificio.

En la práctica, esto significa que ningún propietario tiene absoluta libertad, por mucho que esté dentro de los límites de su plaza de garaje. No puede invadir zonas de paso, una plaza contigua, alterar las condiciones de seguridad ni destinarla a cualquier otro fin que no esté contemplado en la Ley de Propiedad Horizontal. La plaza de garaje está concebida para aparcar vehículos, y todo lo que salga de ahí debe encajar en las excepciones que contempla la ley.

Los tres usos permitidos de una plaza de garaje

plazas de garaje
Fuente: Freepik

La jurisprudencia y la interpretación de la Ley de Propiedad Horizontal coinciden en que solo hay tres supuestos legales en los que un propietario puede utilizar su plaza de garaje:

  1. Aparcamiento de vehículos: es la finalidad principal. Se puede utilizar para estacionar coches, motocicletas o cualquier otro vehículo autorizado, siempre que no se excedan las dimensiones de la plaza ni se invadan zonas comunes. Aparcar de manera incorrecta, obstaculizar maniobras o accesos se considera un incumplimiento de las normas de la comunidad.
  2. Almacenaje limitado de enseres vinculados al coche: por ejemplo, guardar ruedas de repuesto, herramientas de mantenimiento o elementos auxiliares. Eso sí, ninguno de esos objetos pueden suponer un riesgo ni se puede convertir la plaza de garaje en un trastero. Lo que la ley prohíbe expresamente es acumular muebles, electrodomésticos, bidones de combustibles o materiales inflamables.
  3. Arrendamiento de la plaza: un propietario está en todo su derecho de alquilar la plaza de garaje a un tercero, siempre y cuando sea para el mismo fin —aparcar vehículos— y que no genere molestias al resto de vecinos. Tampoco está permitido ceder el espacio para actividades comerciales, instalar maquinaria ni darle un uso distinto al que está previsto en la Ley de Propiedad Horizontal y la normativa comunitaria.

Publicidad