El proyecto de Ley de Movilidad Sostenible ha generado un gran revuelo en el panorama político español. Se trata de una iniciativa impulsada por el Gobierno del PSOE que busca promover el uso de medios de transporte más ecológicos, con un enfoque particular en la bicicleta.
Sin embargo, detrás de esta propuesta parece haber un intento de desviar la atención del escándalo de corrupción relacionado con la gestión de las mascarillas durante la pandemia de COVID-19.
1La nueva ley y su objetivo ecológico
La Ley de Movilidad Sostenible propone una serie de medidas destinadas a fomentar una movilidad más eficiente, segura y respetuosa con el medio ambiente. Entre estas medidas se incluyen incentivos para el uso de transporte público, la creación de infraestructuras para vehículos eléctricos y, especialmente, la promoción del uso de la bicicleta como medio de transporte urbano.
Se argumenta que estas acciones son necesarias para cumplir con los compromisos internacionales en materia de cambio climático y para avanzar hacia una sociedad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Sin embargo, algunos críticos ven en esta ley un intento de distraer la atención de otros problemas más urgentes, como el caso de corrupción que ha salpicado al partido gobernante.